El colmo de la inseguridad: robaron a metros de un destacamento policial

Ocurrió en un jardín de Barrio Aeropuerto, donde un grupo numeroso de niños se quedó sin poder almorzar. Llamativamente, los agentes de la fuerza no detectaron nada.

Los robos siguen presentes a lo largo y ancho de la ciudad de La Plata, sin que las autoridades policiales puedan hacer nada para detenerlos o, por lo menos, controlarlos. De esta manera, los delincuentes perpetran a diario diferentes atracos sin dejar ningún blanco liberado. Así, ingresan a casas en medio de entraderas, arremeten contra comercios, sorprenden a transeúntes y también se ensañan con escuelas y todo tipo de institución educativa. Ahora, en las últimas horas se dio a conocer un nuevo caso que atentó contra niños y que tuvo lugar, como si fuese poco, a metros de un destacamento de la fuerza.

Fuentes oficiales detallaron ayer ante Trama Urbana que el lamentable y grave episodio se materializó en un jardín de nuestra ciudad, emplazado en las calles 4 y 610, pegado a un centro policial. De acuerdo a los voceros, funciona la Casa de Encuentro Magis, que depende del Arzobispado de La Plata y funciona al lado de la capilla Nuestra Señora de la Paz.

Hasta allí llegó un grupo de malvivientes, que forzó los accesos y poco después ganó el interior, sin despertar ningún tipo de sospechas. Claro que no encontraron demasiados elementos de valor dentro y, tras una búsqueda infructuosa, terminaron por apoderarse de dos garrafas.

Con el llamativo botín asegurado, huyeron de la escena y se perdieron de vista, sin que la maniobra sea detectada, llamativa e insólitamente, por los agentes policiales apostados a escasos metros.

Piden mayor seguridad

Los portavoces sentenciaron que sospechan que los implicados se escaparon en un vehículo, donde guardaron lo sustraído. “Es complicado que se hayan ido a pie”, resumió la fuente.

“Ocurrió hace dos días (tres, ahora), cuando entraron ladrones a la cocina y se llevaron dos garrafas. Mis nietos asisten allí. Por lo general, al lugar concurren chicos carenciados”.

Claro que poco le interesó eso a los implicados, que al apoderarse ilegítimamente de las garrafas dejaron sin el principal suministro para darle de merendar y almorzar a decenas de chicos que concurren a diario.

La mujer también se quejó por la cantidad de robos que azotan al lugar, y en ese sentido expuso que “es un barrio que necesita más seguridad. Hace poco le robaron también a una escuela que se encuentra en esa manzana y al lado de la dependencia de la fuerza de seguridad”.

Debido al suceso delictivo, las autoridades suspendieron las clases y las actividades que se desarrollan en el lugar, siendo los nenes los principales perjudicados.

Hasta el cierre de esta edición, los numerarios intervinientes no tenían pistas para dar con los delincuentes, que permanecen en la clandestinidad.

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