Entró al Benito Lynch aprovechando un acto y asaltó a administradores

En el colegio de 35, 14 y 15 terminaba el traspaso de bandera de la primaria. Un hombre de traje encañonó a la hija de los dueños, una criatura y un empleado. Robó plata de las matrículas.

Nadie sospechó de aquel hombre que entró, bien vestido y tranquilo, en el edificio del Instituto Benito Lynch. Eran las 9.30 de la mañana de ayer y acababa de terminar un acto de la primaria, de modo que todos los que se cruzaron con él lo supusieron familiar de un alumno o algún interesado en averiguar los requisitos para la inscripción del próximo año.

Pero no. No era otra cosa que un ladrón que en poco más de un minuto desenfundó un arma, se alzó con dinero y escapó sin que nadie pudiera detenerlo. Por suerte, en ese edificio que estaba repleto de chicos nadie salió lastimado. Todo pasó en la sede del tradicional colegio ubicado en 35 entre 14 y 15, donde la actividad era la propia de estas épocas: chicos y padres entusiasmados con el cierre de un ciclo, otros consultando por las inscripciones y algo más: gente pagando la matrícula del próximo año.

Allegados a la escuela explicaron que “normalmente las puertas permanecen cerradas”, pero a las 8.30 de ayer comenzó el acto de traspaso de bandera, que cierra el ciclo lectivo de los alumnos de la primaria. El acto duró alrededor de una hora y se concentró en la parte trasera del edificio, mientras que en la de adelante -donde funciona el jardín de infantes- la actividad era la de siempre y en el ala lateral los chicos de la secundaria rendían los exámenes. 

“Como los padres entrábamos y salíamos, las puertas estaban abiertas”, contó a Trama Urbana la madre de dos alumnos, recordando que el acto de la primaria concluyó a eso de las 9.30. A esa hora se coló un sujeto de unos 30 años, “vestido de traje y con el saco en la mano”, que fue directo a la administración, ubicada en el centro del edificio. Entró, sacó un arma y redujo a las dos personas que allí estaban: un empleado y la hija de los dueños del Benito Lynch, que sólo fue identificada como Sofía. 

“La mujer tenía una criatura en brazos, que se asustó muchísimo”, dijo la madre de los alumnos. El delincuente pidió la plata, las víctimas se la dieron y él escapó. El monto de lo robado no trascendió, pero fuentes policiales mencionaron que “rondaría los 2.000 pesos”. En cuanto al asaltante, todos lo vieron retirarse caminando, pero nadie sospechó lo que acababa de hacer hasta que los damnificados salieron de la oficina y contaron lo ocurrido. La denuncia quedó radicada en la comisaría Segunda.