Hipótesis cruzadas en el extraño crimen de La Granja
Nuevos datos aportados a la causa fortalecen la idea de algunos investigadores que creen que este hecho no habría sido una simple entradera. Otros, por su parte, aseguran que se trató de un acto de inseguridad vinculado a un robo. Los detalles de este confuso y funesto suceso que ha dejado a todo un barrio conmocionado
El crimen de la pareja de jubilados, ocurrido en el barrio La Granja en las últimas horas del viernes, ha suscitado más dudas que certezas a medida que nuevos elementos fueron apareciendo en la investigación. Fuentes vinculadas al caso aportaron datos relacionados al accionar de los implicados e, inclusive, plantearon una hipótesis relacionada a un ajuste de cuentas. Estos componentes conforman el núcleo de un caso por demás extraño, que ha sacudido a toda la comunidad en nuestra región.
En primer lugar, los peritos establecieron que las aberturas de acceso a la vivienda ubicada en 520 y 143 no presentaron signos de haber sido forzadas o violentadas. Asimismo, la tarea de las autoridades se centró en buscar testigos ocasionales y cámaras de seguridad del barrio, hallando una a 100 metros del lugar del hecho, la más cercana. Esta pista puede ser clave a la hora de identificar a los autores del asesinato y establecer el camino de huida.
Cómo fueron encontrados
Por otra parte, en relación a cómo fueron halladas las víctimas, los voceros explicaron que los cuerpos fueron encontrados desplomados sobre el suelo. Pablo Jesús Vaccaro (74), fue encontrado en la cocina, con lesiones en el rostro, el cráneo y en la región occipital (nuca). Según las pericias, habría sido el primero en morir.
En tanto, Concepción Diaco (66) estaba en el comedor de la vivienda, con heridas en la zona de la cabeza, más precisamente en el lateral derecho, en la frente y el rostro. Algunos detectives comentaron que la habrían paseado por todos los ambientes, exigiéndole dinero. Ninguno de los dos presentaba, a simple vista, cortes en ninguna parte del cuerpo. Las heridas fueron ocasionadas por el empleo de un elemento contundente.
¿Una venganza?
Los familiares de los damnificados indicaron que no se apreciaron, a simple vista, faltantes en el interior del domicilio; se divisaron cajones abiertos en distintos ambientes de la casa, pero ninguno de ellos con signos de haber sido revueltos. Elementos de valor como televisores, computadoras, electrodomésticos, teléfonos celulares, joyas y dinero en efectivo no fueron sustraídos.
Por estos motivos, los pesquisas manejan fuertemente la posibilidad de que el hecho se haya consumado como una venganza, teniendo en cuenta que, semanas atrás, la pareja se había resistido a un robo. Los peritos creen que no se trató de una simple entradera o un hecho al boleo y que podría haber participado un grupo de hasta cuatro integrantes. Las huellas recabadas en el día de ayer por parte de un equipo de especialistas será un elemento de vital importancia en el curso de la investigación.
Los vecinos de la pareja no salen del estupor
El hecho ocurrido la noche del viernes en la vivienda de 520 y 143 será algo que los vecinos del barrio difícilmente puedan olvidar y dejar atrás.
La zona permanece silenciosa y gris. Diego, frentista del lugar comentó: “El barrio está conmocionado, nadie se esperaba esto. Sucedió de la nada, estamos sorprendidos por el hecho. Toda la familia es de esta zona, viven muy cerca unos de otros, por eso rápidamente todos se acercaron. Esto de noche es tierra de nadie, no se sabe bien qué fue lo que pasó por eso resulta aún más extraño todo, porque ninguna persona vio nada”.
Cabe recordar que los cuerpos fueron encontrados por uno de los hijos de la pareja, aproximadamente a las 21.30, ya que los vecinos le habían indicado que era extraño que no hubieran encendido las luces de la vivienda tal y como lo hacían todas las noches. El trágico episodio continúa siendo materia de investigación.