Internos de un instituto de menores tomaron de rehén a un maestro, que terminó hospitalizado

El damnificado, que estuvo cautivo junto a otros trabajadores, fue golpeado salvajemente: tuvieron que darle cinco puntos de sutura.

El complejo Nueva Esperanza, ubicado en la localidad platense de Abasto, volvió a ser noticia. Luego de la fuga masiva de presos ocurrida días atrás, ahora se vivieron momentos de suma tensión. La causa fue una revuelta en la que estuvieron involucrados algunos internos. Tomaron varios rehenes y uno de ellos fue golpeado salvajemente junto a otros tres compañeros.

El dramático episodio tuvo lugar durante la noche dentro del centro de régimen cerrado “El Castillito”, ubicado en la avenida 520 a la altura de la calle 229 de Abasto. Por razones que se todavía desconocen, se originó un violento altercado . Entonces un grupo de 14 jóvenes que están alojados allí por diferentes causas penales, sorprendieron y redujeron a cuatro empleados.

Mientras los mantuvieron cautivos durante algunas horas, el nerviosismo y la desesperación de los trabajadores iba en aumento. Sufrieron golpes en distintas partes del cuerpo.
Incluso, entre ellos había un maestro que recibió un feroz ataque en su cabeza, por lo que tuvo que ser atendido en un centro de salud una vez que finalizó el suceso .

Según la información a la que accedió diario Hoy, el empleado que resultó más afectado terminó con una herida cortante en la zona del cuero cabelludo. Tuvo que ser trasladado a un hospital para ser atendido de manera profesional, una vez que sus captores lo liberaron.

En el nosocomio le aplicaron al menos cinco puntos de sutura y quedó bajo observación, a la espera de su evolución.
Por otro lado, una vez que se calmaron las aguas, los voceros abocados al caso se limitaron a referir que se están investigando los pormenores de la situación. Todavía se intenta esclarecer cuál fue el desencadenante del violento episodio.

De todos modos, afortunadamente la situación pudo contenerse de manera efectiva sin tener que lamentar más heridos.
Asimismo, las fuentes remarcaron: “Se efectuó un perímetro policial y acudió el director del establecimiento. Él, junto a su personal, persuadieron a los causantes, que fueron dejando salir de a uno a los asistentes de minoridad. Existió un mínimo foco ígneo, que fue sofocado por los propios internos; que además efectuaron la rotura de vidrios de las ventanas enrejadas”.

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