Juicio por Uscamayta Mari: revelaron que no tuvo posibilidades de sobrevida

El juicio por la muerte de Emilia Uscamayta Mari, ocurrida el primero de enero de 2016 en una casaquinta de Romero donde se estaba desarrollando una fiesta ilegal, se reanudó ayer, con el fin de determinar si los cuatro imputados por el suceso son penalmente responsables.

En la cuarta audiencia, dos peritos detallaron cómo se encontraba el cuerpo de la víctima al momento de la autopsia, y en ese sentido el doctor Rubén Neme especificó que “al momento de realizar el análisis pudimos observar un hongo de espuma rosado que asomaba por la nariz y la boca debido a la asfixia por sumersión. A nivel de la piel también vimos la existencia de imbibición acuosa en la palma de las manos y planta de los pies. Esto es cuando los tejidos se llenan de líquido producto de haber estado en un medio acuoso”.

Además, dijo que el cadáver tenía una “congestión polivisceral, que responde a un proceso de anoxia o hipoxia, estómago distendido con contenido líquido en su interior. Los pulmones estaban aumentados en tamaño y elasticidad. Al apretarlos hacían ruido. En el cerebro también encontramos manchas que aparecen en situaciones de hipoxia”.

Pudo haber sido empujada

Aseveró que Emilia no contó con la posibilidad de la sobrevida, debido a las patologías recientemente mencionadas: “No se puede determinar con precisión en cuánto tiempo se produjo el fallecimiento, lo cierto es que ante la asfixia por sumersión lleva entre tres y diez minutos para que se produzca la muerte. Depende de la temperatura del agua y la de capacidad de natación del individuo. En personas que tomaron alcohol, los reflejos están disminuidos o abolidos y el tiempo será más corto que largo”.

Neme también relató que “es posible que Emilia haya sido empujada a la pileta, y de esta forma comenzar a ingresar agua a los pulmones. Todas las opciones mencionadas son posibles”.

La perito Claudia García, especialista anatomopatóloga, señaló que “por lo que uno ve en el pulmón, la sobrevida no es posible porque no pude haber intercambio gaseoso”.

Divergencias

Jonathan Reyes, director de Inspección de Comercios de la Municipalidad, dijo en su declaración que Carlos Bellone -uno de los implicados- estuvo en el lugar del hecho. “Nos entrevistamos con él y nos dijo ser el dueño de la quinta. Constatamos que no había medidas de seguridad y procedimos a la clausura preventiva. No se pudo desalojar dada la cantidad de gente. Adentro había como 400 personas”.

Por algunas divergencias, la fiscal le pidió al hombre que quedara a disposición para ser llamado a un nuevo interrogatorio.