La fiscal quería detenerlo, pero el juez se opuso

Los primeros en arribar a la escena del crimen fueron los agentes del Comando de Ricardo Astopini y la Jefatura Distrital Oeste, comandada por el comisario inspector Ignacio Rosales. Estos relevaron la zona y le dieron intervención a la fiscalía de Betina Lacky, quien decidió aprehender a Raúl Díaz por el delito de “homicidio simple”. 

Ayer, a última hora, la fiscal le tomó declaración. Luego de escucharlo y con la filmación de un video que muestra el accionar delictivo, decidió dejarlo detenido por “homicidio”, pero el juez Guillermo Atencio se lo impidió, aunque cree que actuó “en exceso de legítima defensa”. 

A su favor, Díaz cuenta con el hecho de que, efectivamente, fue víctima de un “robo calificado” y que los ladrones le dispararon, pero tiene en contra el haber disparado “por la espalda y a varios metros de distancia”, según le contó a este diario un investigador.

Indignados ante la posibilidad de que el hombre quede tras las rejas, los vecinos se juntaron ayer en 44 y 150 para pedir por su liberación. “No hizo más que defenderse y defendernos a nosotros. Actuó bien, ¿o acaso tiene que esperar a ser baleado para responder? Que analicen los proyectiles y si los ladrones se estaban yendo, pero la Justicia debería saber que este policía nos defendió a todos”, comentó un frentista.

Sobre los fallecidos, se supo que Rojo es primo hermano de Marcos, el defensor del Manchester United que jugó en Estudiantes, y que su hermano, Rodrigo, se encuentra detenido en la Unidad 1 de Olmos. De hecho, el abogado de este último ya solicitó ante la Justicia que a su defendido le permitan una salida para asistir al velorio de Gerónimo. En tanto, si bien se creyó que Barbosa también poseía un parentesco con el futbolista, luego se estableció que “tenía una relación con otra prima de Marcos”.



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