"La inseguridad está instalada"

La madre de los hermanos Leonardo y Marcelo Massa, los comerciantes asesinados en julio último en la ciudad bonaerense de Cañuelas, aseguró hoy que "la inseguridad está instalada" y admitió que después de los crímenes se quedó "sola en el mundo".

"La inseguridad está instalada. Quién hace mal las cosas no le puedo decir, pero que está mal todo, está mal todo", analizó Stella Maris Dezilio, luego de que la ministra del área, Nilda Garré, reconociera que siente "culpa" por no lograr revertir la "sensación de inseguridad" que hay en la población.


En cuanto al asesinato de sus hijos, la mujer afirmó a radio Mitre que le cuesta seguir adelante con su vida.

"Hay días que estoy muy bajoneada y no me puedo levantar", dijo y se resignó: "Hay que seguir señor, qué voy a hacer".


Dezilio apuntó que "hay seis chicos (por sus nietos) que necesitan seguir viviendo, hay que pagar los impuestos", ya que sus nueras "tampoco pueden solas con todo".


"Fue terrible, en un segundo los perdí a los dos, se me murieron mis dos hijos, uno en mis brazos y el otro en el hospital", recordó sobre el día en que ocurrieron los homicidios, el 1 de julio pasado, durante un asalto en el supermercado "Doña Rosa" en Cañuelas.


La mujer reflexionó: "Me vine un domingo a trabajar con los dos y el lunes volví a mi casa a la noche sola, con el pantalón sucio de sangre de Marcelo y con la impotencia de que estaba sola en el mundo, porque me quedé sola. Aunque tenga nietos y nueras, me siento muy sola, desolada, triste".


"No me quieren dejar sola, porque tienen miedo que haga algo", aseveró Dezilio.
Asimismo, contó que fue "una sola vez al cementerio" y que a veces participa de las marchas por la inseguridad en la ciudad.


Marcelo Massa tenía 38 años y era padre de tres hijos (dos adolescentes y una nena de 5), mientras que Leonardo tenía 36 y también tres hijos (dos adolescentes y una beba de diez meses).


Por el hecho están detenidos los dos supuestos autores: el que disparó y el que manejaba la moto.