Caso Clara Ferrer

La joven abusada en Berisso reconoció al presunto coautor 

Se trata de un mecánico, identificado como José Luis Radáwich, quien continuará detenido. También sindicó a otro de los sospechosos. Sigue la búsqueda del principal sospechoso

La chica que denunció ser raptada y abusada sexualmente por al menos dos sujetos en una vivienda de Berisso, Clara Ferrer, se sometió a una rueda de reconocimiento en la DDI de La Plata, donde identificó a José Luis Radáwich (49) como coautor de los hechos. 

Tanto la víctima como el imputado llegaron cerca del mediodía a la de­pendencia de calle 61 entre 12 y 13. La primera evitó hacer declaraciones, mientras que el imputado arribó dentro de un patrullero escoltado por agentes de la Policía Bonaerense. Un rato después se hicieron presentes el fiscal del caso Álvaro Garganta y una representante de la Defensoría Oficial 1.

Fuentes judiciales señalaron que, además de Radáwich, la joven indicó a otro de los tres sujetos que fueron puestos en una sala como posilbes partícipes de las vejaciones múltiples que sufrió durante los días de cautiverio, mientras que el principal acusado del caso, Pablo Reinoso (38), continúa prófugo. 

Tal como anticipó este diario en su edición del jueves 23 de febrero, estuvo privada de su libertad desde el 5 de febrero hasta el 23, tiempo du­rante el cual fue abusada, drogada y golpeada. En una vivienda de calle 14 y 162 permanecía sobre un colchón, desnuda, donde le tiraban agua con un balde y venían hombres que abusaban de ella. “Era todos los días tener relaciones con personas que yo no quería”, manifestó la joven. 

El calvario de Clara comenzó a principios del mes pasado cuando junto con su hermana y una amiga salieron del boliche “Mileño” y en Plaza Moreno un hombre, que estaba en un auto estacionado, las invitó a su casa. Las chicas aceptaron y luego fueron a la vivienda de Berisso donde había otro sujeto. 

“Mi amiga se fue con el otro chico y quedamos solos. Él me obligó a drogarme y abusó de mí, amenazándome con un arma cuando intentaba irme. En un colchón me tiraba agua con un balde estando desnuda y llamaba a otros hombres, que también me violaban, pero recién me daba cuenta al otro día, porque en el momento me drogaban y me dormían. Si me negaba a hacerlo, me daba piñas o patadas. No me daban de comer ni me permitían bañarme. Vivía en una habitación sucia, con olor feo. Me drogaban con cocaína, alcohol y pastillas. Si no accedía a tomar, me pegaban”, re­cordó Ferrer. 

La joven esperaba un descuido de su victimario para enviar un mensaje  mediante Facebook a su madre. Esta, al recibirlo, dio intervención a la Policía que acudió a la vivienda del sujeto, quien logró huir del lugar. Tras ser identificado, Radáwich, quien trabajaba como mecánico, permanecerá detenido mientras la fiscalía continúa la investigación. 

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