Llega a su fin el juicio al “Conde” Martínez Poch
Este miércoles, en los tribunales de La Plata, se conocerá el veredicto del caso, que incluye numerosos hechos de abuso. La fiscal María Florencia Budiño solicitó la semana pasada una condena de 40 años de prisión
Comienza la última semana del juicio que se le sigue al disc-jockey Jorge Martínez Poch, acusado de abusar de sus dos hijas cuando eran niñas y de encerrar, golpear y violar a su novia durante septiembre de 2013.
El veredicto se conocerá este miércoles en los tribunales de La Plata; la audiencia comenzará a partir de las 10:30 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1, integrado por Juan José Ruiz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena.
La semana pasada, la fiscal María Florencia Budiño pidió en su alegato que el Conde sea condenado a 40 años de prisión, por considerar que los hechos que se le imputan “se encuentran probados”.
Ella misma solicitó que sea apresado por los delitos de “corrupción de menores agravada por violencia, amenazas, intimidación y vínculo de parentesco en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo de parentesco y por el grave daño a la salud mental” en perjuicio de sus dos hijas.
Asimismo, le imputó “el concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado por el grave daño en la salud mental y por haberse cometido por dos personas, cuanto menos en un hecho, en concurso real con privación ilegal de la libertad, agravado por haberse logrado el propósito perseguido” en perjuicio de Vanesa Rial, su expareja.
El modus operandi del acusado
En su exposición de más de cuatro horas, la fiscal remarcó los recursos de Martínez Poch para “seducir” y reducir a sus víctimas con violencia psicológica y física.
Las dos hijas del acusado, hoy de 19 y 20 años, quedaron al cuidado de su padre al morir la madre de ellas y, a partir de ese momento, según declararon ambas víctimas, el implicado las esclavizó, las obligó a ver películas pornográficas y presenciar sus actos sexuales con otras mujeres; además de realizarles tocamientos en sus partes íntimas con su pene, entre otros vejámenes.
En el caso de Rial, según Budiño, el hombre la sedujo con una imagen de “príncipe azul”, evidenciando inteligencia y amabilidad, para luego reducirla con narcóticos, golpearla y violarla, incluso permitiendo que al menos otra persona abuse de ella.
Al igual que con otras exparejas, ese “príncipe azul” se transformó en un ser posesivo, agresivo, que aislaba a la mujer de su familia, sus amistades y su entorno laboral, “cooptando así su voluntad” con amenazas y violencia psicológica, apuntó la fiscal.
Los hechos ventilados en el debate comenzaron a ser investigados luego de que el martes 24 de septiembre de 2013 Vanesa Rial fuera rescatada por la Policía de un departamento en un edificio ubicado en 23 entre 58 y 59 de La Plata, donde su novio, aparentemente, la tenía cautiva desde principios de ese mes.
Las declaraciones de las víctimas
La fiscal del caso, María Florencia Budiño, recordó que una de las hijas de Poch le había comentado que “le contestaba lo que él quería por miedo”. Además, señaló que la abogada Vanesa Rial temía que el implicado asesinara a sus padres, de quienes había averiguado todos los movimientos.
Budiño destacó también que el acusado “tiene un absoluto entendimiento de los límites de su accionar” y que “se limita” cuando sabe que puede ser penado, como lo hizo cuando en alguna ocasión llevó a Rial a la casa de un familiar de él, donde “actuó” para fingir que eran una pareja feliz.
Para la fiscal, aún hoy las víctimas del “Conde” padecen los daños psicológicos y físicos, y los cambios de personalidad y de conducta producidos por los abusos sufridos. En el caso de la abogada, precisó que se encuentra bajo tratamiento psicológico y medicada para no tener alucinaciones ni visuales ni auditivas.
Para la defensa, Rial es “neurótica”
Jorge Martínez Poch negó todos los hechos, consideró una “exageración” la pena pedida por la fiscal y dijo que solamente se arrepentía “de no haber podido estar más tiempo” con sus hijas.
En tanto, su abogado, Juan Martín Cerolini, reclamó la absolución al sostener que es una persona “inimputable” y aseguró que durante el debate “no pudieron probarse” los presuntos abusos contra sus hijas.
Sobre los hechos que involucraron a Vanesa Rial, el letrado sostuvo que la mujer es una “neurótica” y que “una neurótica y un psicópata se complementan”.