La Plata

Macabros detalles de uno de los robos platenses más impactantes de los últimos tiempos

Continúa la conmoción por la entradera en el club de polo La Enriqueta. Molieron a palos a un hombre de 75 años y le apuntaron a la cabeza a una niña

El brutal, violento y sangriento robo perpetrado por ocho delincuentes en un club de polo platense durante la noche del viernes, informado en exclusiva por diario Hoy, sigue siendo noticia a nivel nacional ya que en las últimas horas se conocieron nuevos detalles del hecho que sorprendió por la ferocidad. Los malvivientes no solo se apoderaron de una gran cantidad de dinero, armas, autos y adornos valiosos, sino que huyeron llevándose de rehén a un joven de 25 años que afortunadamente luego liberaron.

Una vez que los hampones ganaron el interior del campo de polo La Enriqueta, ubicado en el kilómetro 65 de la ruta 2 alrededor de las 20 del mencionado día, hicieron saber rápidamente sus exigencias: no se conformarían con poco.

“Estaban todos armados y, en un hecho de estas características, con tantos integrantes en la banda que después tienen que repartirse el botín, lo que buscan es dinero fuerte, sobre todo en moneda extranjera como dólares y euros”, le confió a Trama Urbana un vocero policial.

“Entraron caminando y fueron hasta la vivienda de los petiseros, en ese momento redujeron a dos de ellos. Después fueron hasta la casa principal, donde estaba mi padre y mi hermana de 11 años”, declaró Matías Sánchez Fontán. Ahí, los cacos comenzaron a pegarle culatazos a su padre, de 75 años, y le pusieron un arma en la cabeza a la menor, hasta que ella, atemorizada, les dijo dónde escondían los ahorros. “Al hombre le partieron la cabeza como un melón”, le confió en exclusiva a este medio un pesquisa que intervino en la causa.

Jugoso botín

Pese a ya tener en su poder el efectivo (de acuerdo a la versión policial, se adueñaron de 400.000 pesos, aunque la cifra podría ser mayor; y algunos hablan de 40.000 dólares y 70.000 pesos), los asaltantes, de entre 30 y 40 años, continuaron con su minucioso plan. Así, encontraron y se robaron 10 armas de fuego entre escopetas y revólveres, 30 cuchillos de distinto estilo, varios adornos de plata que estaban colgados en una pared, un microondas, un caloventor, una desmalezadora, televisores, una hidrolavadora y otros objetos de valor y de colección. “Se llevaron algunas cosas de miserables que son, como una estufa”, se lamentó un vocero.

Todo lo fueron cargando a los tres vehículos que allí estaban y que también se apoderarían: una camioneta Fiat Cubo, una Volkswagen Saveiro y un auto Chevrolet Corsa.

Antes de irse, maniataron a todos los presentes y robaron en otros inmuebles del predio. “Pasaron por todas las casas que hay en la propiedad. Tenemos unas caballerizas que tienen dormitorios y también entraron ahí. Todo lo que pudieron robar, se lo robaron”, agregó luego Sánchez Fontán, quien al igual que los pesquisas creen que los malhechores tenían algún dato del lugar. Incluso estaban al tanto de que una persona de seguridad llegaría a las 21.30, por lo que cometieron el ilícito en poco más de una hora. “Cuando conversaban entre ellos decían que estaba por venir el vigilante; y el jefe de la banda parecía ser policía por la forma en la que se expresaba”, finalizó la víctima.

“A las víctimas pudieron haberlas vendido”, aceptó un investigador, deduciendo que algún trabajo de inteligencia hicieron ya que sabían hasta el nombre del dueño de la estancia.

Secuestro, golpe y secuelas

Para asegurarse la huida, los delincuentes se llevaron como rehén a un joven de 25 años, a quien liberaron en un descampado de la localidad bonaerense de El Pato, partido de Berazategui, en buen estado general de salud, pero con un fuerte golpe en la cabeza y bajo un importante grado de nerviosismo.

Esta víctima, también petisero, había salido a comprar pizzas en su propio auto y se cruzó con los ladrones al regresar a la estancia, justo cuando ellos se estaban yendo.

Al verlo, le hicieron señas con las luces y después lo obligaron a detener la marcha del coche. A continuación, algunos cacos se bajaron de los vehículos en los que iban, lo amenazaron con armas y se lo llevaron secuestrado.

Una vez que lo soltaron, el damnificado pidió ayuda y lo trasladaron luego a la comisaría de la zona, mientras que agentes policiales platenses y su propia familia fueron a buscarlo a dicha ciudad.

Entre las secuelas que dejó el hecho se destaca que el hombre de 75 años molido a golpes se tuvo que ir a vivir al menos momentáneamente con su hijo a Capital Federal, mientras que los petiseros ya no quieren dormir en sus viviendas del predio.
Hasta el cierre de esta edición nada se sabía de los autores del hecho, aunque los investigadores sospechan que se trata de una organización delictiva de Quilmes o Florencio Varela, y por eso dejaron abandonada allí a la víctima secuestrada.

La comisaría Décimoquinta de Lisandro Olmos tomó intervención, aunque hasta el momento no dio pasos concretos para dar con los responsables. Mientras tanto, en la Fiscalía Penal número 16 en turno se abrió un expediente por los delitos de “robo doblemente calificado por el uso de arma de fuego y por ser cometido en poblado y en banda, lesiones, privación ilegítima de la libertad y robo automotor”.