Mantuvo sexo explícito y exhibicionismo delante de sus hijas
Juliana y Pilar detallaron sus traumáticas vivencias. “Se ponía un arma en la cabeza y tomaba cocaína”, afirmó una de las jóvenes
Juliana y Pilar, las hijas mayores de Jorge Cristian Martínez Poch, el hombre acusado de haber secuestrado y torturado a su ex pareja, aseguraron que lo que pasó con la abogada Vanessa Rial "no es nuevo" y revelaron que siempre fue de golpear a sus novias. También precisaron cómo fueron ellas mismas víctimas de un padre sin escrúpulos.
"Siempre fue violento, no es nuevo. Hace 30 años que es así. Gozó siempre con el dolor que provocaba. Siempre nos maltrató psicológicamente porque nos crió siempre en un estado de violencia", expresó Juliana de 19 años, una de las hijas de Jorge Martínez Poch.
"Mi papá llevaba diferentes parejas a mi casa. La primera fue a los tres meses del fallecimiento de mi madre y con todas tenía un vínculo muy, muy violento tanto físico como psicológico", contó una de las chicas.
Una de ellas indicó que el padre “llevaba a casa armas y droga, y todo delante de nuestros ojos. Comenzó a tener con nosotras un vínculo enfermizo, ya que si bien no hubo agresiones físicas pero sí mucho maltrato psicológico. Todo fue a raíz de su personalidad ya que es un hombre mitómano, muy inteligente lo cual usa para todo lo que él busca lograr. Es manipulador, con capacidad de dar vuelta las cosas a su antojo", agregó.
Las hermanas señalaron que Martínez Poch siempre las maltrató y las responsabilizaba por sus fracasos y de la muerte de su madre.
Las jóvenes indicaron que su padre dormía en el living junto a ellas y que discutía "desnudo" con sus parejas y en la presencia de ellas dos. "Gestos de cariño no, siempre daba un abrazo muy frío. Es una persona que si se tiene que poner a llorar para dar lástima, lo hace", afirmaron las chicas.
"Dormíamos los tres en la misma cama que él había colocado en el centro del living a pesar de ser una persona con recursos económicos. Esto siempre a mí me pareció perverso pero no le decíamos nada por temor ya que es una persona violenta", expresó una de las jóvenes.
"Daba miedo - continuó una de las hijas - que nos amenazara con matarse de diversas formas. Agarraba un montón psicofármacos y simulaba metérselos a la boca, se ponía un arma en la cabeza y tomaba cocaína delante de nosotras. Y ahora me doy cuenta que todo esto lo hacía por el goce que le causaba vernos llorar y pedirle por favor que no lo hiciera".
Las hermanas siguieron con el relato. “Nunca tuvo acceso carnal, pero sí nos hacía ver películas para adultos y nos tocaba las partes íntimas. Si bien no hubo una situación de abuso sexual plena, cuando éramos chicas y estábamos durmiendo nos hacía cucharita, nos tocaba la vagina", detalló una de las jóvenes.
Las chicas abandonaron el hogar paterno a los 14 y 15 años, cuando el propio Martínez Poch se las dejó a su suegra, con una carta, porque no podía hacerse cargo de ellas.
Un sádico, narcisista y depredador social
Jorge Cristian Martínez Poch, el disc jockey platense de 50 años, conocido como “El Conde” o a partir de esta semana como un chacal, fue considerado como “un depredador social”, “un hombre sin escrúpulos y antisocial, el que debido al consumo de alcohol y otras sustancias dañó su estructura afectiva y se ha tornado sumamente peligroso”.
Las afirmaciones son del perito, psiquiatra y médico legal Miguel Maldonado. El especialista sostuvo que “Martínez Poch tiene indudables rasgos de psicópata con aristas sádicos, es decir que goza del sufrimiento ajeno”, y que “es un narcisista (enamorado de sí mismo) que ha perdido el respeto por las normas morales”.
Para Maldonado el efecto de las adicciones provocó que “El Conde” pierda el pudor y lleve adelante escenas de exhibicionismo y sexo explícito delante de sus hijas.
“Su cuerpo tatuado es un indicador del narcisismo y sus fotografías con armas subidas a la red social Factbook denotan su agresividad sin contención”, detalló el médico legal.
Por los elementos difundidos en los medios, Maldonado estimó que “debería pasar un largo tiempo en la cárcel”.
El especialista ya había señalado en Trama Urbana la condición de víctima propiciatoria de la abogada Vanessa Rial.
