Más de 200 amenazas de muerte y al menos 36 móviles para el crimen del empresario que fue descuartizado

Aseguran que debía cientos de miles de dólares y lo acusaban de numerosas estafas.

El empresario Fernando Pérez Algaba, hallado descuartizado en Ingeniero Budge, había recibido más de 200 amenazas de muerte y mensajes en su teléfono, debía cientos de miles de dólares y lo acusaban de numerosas estafas, por lo que los investigadores manejan al menos 36 móviles distintos del crimen.

Mientras tanto, la única persona detenida en el marco de la causa es una mujer trans en situación de calle, que en algún momento fue poseedora de la valija en la que se hallaron los restos de la víctima, mientras se cierra el círculo sobre otros posibles autores materiales.

El abogado que representa a la familia de la víctima, Sebastián Queijeiro, reveló que el fiscal a cargo de la causa Marcelo Domínguez maneja al menos 36 hipótesis distintas respecto al móvil del crimen, y que en las últimas horas se logró hacer un “espejo” de uno de los teléfonos celulares de Pérez Algaba, a pesar de que el aparato nunca fue hallado.

Mediante un sistema tecnológico, los expertos de la Policía bonaerense pudieron hacer una copia de la información guardada en la nube del teléfono que el empresario utilizaba en la Argentina, por lo que ahora se intentará bajar todo tipo de mensajes que permitan establecer quiénes fueron las últimas personas que lo contactaron el 18 de junio, cuando fue visto por última vez.

Los investigadores hasta ahora lograron establecer que la última vez que se utilizó ese aparato telefónico impactó en una antena en General Rodríguez cerca de las 18.

Las fuentes adelantaron que durante este fin de semana los pesquisas estarán dedicados, además, a analizar en profundidad el contenido de algunos teléfonos celulares secuestrados en la causa, y el impacto que tuvieron en las antenas en los días previos y posteriores al crimen de “Lechuga” Pérez Algaba (41), entre ellos los pertenecientes a las dos últimas personas que lo vieron con vida: su exsocio Maximiliano Pilepich y su exempleado y examigo Nahuel Vargas.

Se trata de un iPhone 8 Plus negro perteneciente a Vargas y de otros dos iPhones propiedad de Pilepich, quien, según agregaron los voceros, aportó las claves de manera espontánea.

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