Mató a ladrillazos a su exmujer y lo condenaron a prisión perpetua

Silvia Batista estuvo internada cuatro meses en grave estado y falleció producto de los golpes. Un día antes del ataque había denunciado a su expareja. 

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de La Plata condenó a prisión perpetua a Oscar Ramón Argüello Giménez, por haber asesinado a su exmujer, Silvia Batista, el 18 de mayo de 2014 en la localidad de Olmos, La Plata.

De acuerdo a la reconstrucción del hecho, “después de las 15.44 y antes de las 16.30 del 18 de mayo de 2014, Silvia Batista recibió un golpe en la cabeza con un ladrillo en la banquina de la calle 90 y 185, que le provocó un traumatismo grave de cráneo con fractura frontotemporoparietal bilateral, hundimiento craneano, fractura del macizo cráneo facial y un Glasgow neurológico de 4/15, insuficiencia respiratoria grave, con pronóstico muy reservado”.

A raíz de este hecho, la víctima permaneció cuatro meses internada en el Hospital San Martín, donde se le practicó una cirugía por la severa hemorragia que tenía. Pero falleció el 20 de septiembre al mediodía, como consecuencia del grave traumatismo en la cabeza y una infección generalizada. 

“Las acciones desplegadas para matar a Silvia Batista han sido claramente intencionales. Lo evidencian el objeto empleado (ladrillo), la entidad del golpe capaz de producir fracturas de los huesos del cráneo y el lugar donde se propinó (en la cabeza). Refuerza esta intención de asesinar los hechos anteriores y posteriores al golpe”, sostuvo el juez Ernesto Domenech, cuyo voto fue acompañado por Andrés Vitali y Santiago Paolini.

De acuerdo a los fundamentos de la sentencia, la víctima convivió con el imputado aproximadamente un año y medio, y luego ella finalizó la relación dos meses antes del ataque. Desde ese momento, Argüello Giménez la perseguía constantemente y la amenazaba de muerte para que volviera con él, porque ella había comenzado un nuevo vínculo sentimental con un tal “Lolo”.

La intención de asesinar a Batista quedó acreditado mediante “las amenazas de muerte sufridas” y luego del hecho “haberla dejado abandonada y muy malherida en un lugar despoblado, además de haber transportado la camioneta de la víctima a considerable distancia. La conciencia sobre lo realizado se evidencia también en los mensajes enviados inmediatamente después del hecho desde el celular de la víctima hacia sus hijas”. Durante un allanamiento, ese celular se secuestró en el domicilio del imputado. 

Un día antes del ataque, la víctima había denunciado a su agresor donde reclamaba una restricción perimetral para con su domicilio y que Argüello no se le acercara. Con las evidencias recabadas durante la investigación, la pruebas testimoniales y las pericias, se logró determinar la culpabilidad del acusador y, tal como lo solicitó la fiscal Laura Lasarte, fue condenado a la “pena de prisión perpetua por resultar autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo y por tratarse de un femicidio, en concurso ideal”. 

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