Motochorros armados asaltaron a un repartidor en La Loma

Los delincuentes lo abordaron y lo amenazaron con un cuchillo y un revólver. Luego lo despojaron de su rodado. Los vecinos denuncian zona liberada.

Uno de los puntos más conflictivos y más golpeados por la incontrolable ola de inseguridad que azota en todo el territorio platense es el barrio La Loma. En las últimas horas se produjo un nuevo asalto, que esta vez tuvo como víctima a un repartidor que sufrió un atraco perpetrado por dos delincuentes armados que lo despojaron de su rodado.

De acuerdo a la información a la que pudo acceder diario Hoy, todo sucedió en las inmediaciones de la plaza Güemes, ubicada en la intersección de las avenidas 18 y 38. El delivery iba circulando por allí cuando fue interceptado por al menos dos motochorros, quienes lo abordaron y bajo intimidación le arrebataron las pertenencias que llevaba consigo.

Según trascendió, los hampones estaban armados: uno de ellos portaba un cuchillo mientras que el otro empuñaba un revólver. En escasos segundos, los malvivientes le robaron el ciclomotor y lo dejaron sin su herramienta de trabajo. Además, se alzaron con otros objetos de valor y se dieron a la fuga con rumbo desconocido y hasta el momento poco se sabe de ellos.

Para intentar recabar algún dato que permita no solamente reconstruir el episodio si no también obtener detalles sobre el paradero de los sospechosos, se analizarán las cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, instaladas en los alrededores. Por lo pronto, los vecinos del barrio denunciaron que poco a poco se convirtió en una zona liberada.

Otro episodio similar

A pocas cuadras de este episodio, se registró un hecho con similares características. En este caso, ocurrió en las calles 35 y 26, en inmediaciones del Parque Alberti, donde dos delincuentes intentaron robarse una motocicleta que estaba estacionada en plena vía pública y toda la secuencia quedó grabada.

En las imágenes se puede apreciar a los hampones, que se movilizaban en un ciclomotor del cual descendió uno de ellos y se acercó sigilosamente al rodado. Tras una breve inspección se subió e intentó arrancarlo, pero ante la imposibilidad rompieron el tambor de la llave con una patada.

Luego, utilizando la boca, pelaron los cables para poder hacer un puente eléctrico y así encenderla. Sin embargo, en ese preciso instante, un vecino divisó los extraños movimientos a través de las cámaras de seguridad y puso en fuga a los maleantes, quienes huyeron a toda velocidad en la misma motocicleta en la que habían arribado.

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