Nene de 2 años murió ahogado en una quinta de Lisandro Olmos

Su padre, que intentó reanimarlo pero no tuvo éxito, lo encontró dentro de un tanque australiano. Profunda conmoción

La Justicia platense investiga por estas horas el deceso de un nene de 2 años, que apareció flotando ayer en un tanque australiano ubicado dentro de una quinta de Lisandro Olmos, informaron fuentes policiales. 

Por lo que refirieron los voceros consultados por este medio, el incidente se produjo poco antes del mediodía en un predio emplazado en 208 entre 49 y 50, en donde se encontraba una familia de quinteros hortícolas cumpliendo con sus labores. Junto a ellos se hallaba el fallecido, un menor de 2 años.

Trama Urbana dialogó con Miguel, el padre del niño, quien comentó lo ocurrido: “Estábamos trabajando entre los cultivos y mi nene quería tomar la merienda. Le dije que fuera hasta la casa a pedirle a su hermana que le preparara algo”, relató afligido el hombre, quien agregó que el pequeño “siempre hacía ese recorrido. La huerta está a unos 150 metros de la vivienda”.

Sin embargo, el niño se desvió y se dirigió hasta el tanque australiano que está ubicado a pocos metros de la casa. “Yo creo que quiso parar a tomar agua o a lavarse las manos. Al lado del tanque había una pequeña jaula que debe haber usado para subirse, pero perdió el control y cayó dentro”, comentó entre lágrimas su padre. Momentos después, fue el propio Miguel quien encontró a su hijo flotando en el agua que es utilizada para el riego de los cultivos.

“Lo saqué del tanque e intenté reanimarlo. Logré sacarle algo de líquido pero nunca reaccionó. Llamamos de inmediato a la ambulancia, pero tardó más de 20 minutos en llegar”, detalló Miguel. Por su parte, cuando el personal médico finalmente arribó al lugar, le realizaron al infante maniobras de RCP, aunque lamentablemente ya era tarde.

Por último, el hombre relató que en el lugar también viven otros menores, hijos y sobrinos suyos, de entre 3 y 8 años, a quienes aún no les han contado toda la verdad sobre lo ocurrido. “Les dijimos lo que había pasado, pero son muy chicos, no entienden mucho la gravedad de la situación. Tengo que hablar bien con cada uno para explicarles”, finalizó Miguel.

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