Por peligro de derrumbe, clausuraron la cárcel de Romero
La investigación que derivó en la clausura se inició a partir de un desprendimiento del techo que lesionó a un interno. Los detalles.
El Juzgado de Ejecución Penal 1 de La Plata dictó la clausura de la Unidad Penitenciaria 10 de Melchor Romero, debido a un riesgo inminente de derrumbe. Esta decisión surge tras la verificación de denuncias presentadas por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que fueron corroboradas por pericias realizadas por arquitectos e ingenieros.
Roberto Cipriano García, representante de la CPM, comunicó que la denuncia se formuló al constatar un desprendimiento del techo en un área de uso común del penal, ubicada entre los pabellones 1 y 2. “Un pedazo de mampostería cayó sobre la espalda de un detenido, quien recibió asistencia médica de inmediato. Por fortuna, no sufrió heridas graves”, detalló García.
García explicó que conversaron con otros detenidos, quienes describieron el mal estado general del techo en la planta baja de la institución. "Vimos grietas que anunciaban posibles desprendimientos", destacó. Ante esta situación, se solicitó una constatación judicial urgente para garantizar el derecho a condiciones de habitabilidad dignas para las personas privadas de libertad.
El Juzgado de Ejecución Penal N° 1 se presentó en el penal para verificar las condiciones edilicias y la densidad poblacional. Al encontrar un evidente peligro de derrumbe, el magistrado ordenó la elaboración de informes por parte de peritos especializados. Además, se prohibió el ingreso de nuevos presos hasta que la administración penitenciaria realice reparaciones integrales en la estructura.
En sus declaraciones, el Juez enfatizó que la ruptura del equilibrio entre la población carcelaria y la calidad de seguridad del alojamiento afecta directamente las condiciones de detención. Las condiciones precarias observadas pueden vulnerar derechos fundamentales de los detenidos, como el acceso a salud, trabajo, educación, contacto con familiares, alimentación y descanso.
Ante la gravedad de la situación, el magistrado ordenó la asistencia y el tratamiento necesario para todas las personas privadas de libertad en la Unidad Penal 10 de Melchor Romero, marcando así un importante paso en la búsqueda de condiciones dignas en el sistema penitenciario.