Resultado negativo en la búsqueda de los restos de Miguel Bru en la casa de un expolicía

Durante el primer día, los gendarmes no encontraron nada con el georradar. Sin embargo, aún falta inspeccionar un pozo ciego que hay en la casa del fallecido Walter Abrigo.

Luego de que, en las últimas horas, personal de Gendarmería Nacional realizara un nuevo operativo de búsqueda de los restos del estudiante de Periodismo secuestrado y torturado en 1993, el resultado volvió a dar negativo.

Expertos del cuerpo de agentes comenzaron el martes último un operativo en el que rastrillaron con un georradar una vivienda de la localidad platense de Los Hornos donde vivió Walter Abrigo, uno de los dos expolicías condenados a perpetua por el asesinato al joven.

Pese a que con el georradar no se logró encontrar restos óseos, fuentes judiciales le confirmaron a este multimedio que las tareas de registro aún no terminaron, ya que falta buscar en un pozo ciego que hay en la vivienda de Abrigo.

El operativo se desplegó en una casa ubicada en calle 149 entre 61 y 62, a partir de datos brindados por un testigo de identidad reservada, pero luego se suspendió pasadas las 19 del martes, debido a la intensa tormenta. Se trata del rastrillaje número 40 que se realiza en la región.

En 1996, el juez Ricardo Szelagowsky ordenó la detención preventiva del entonces subcomisario Abrigo e imputó al comisario Juan Domingo Ojeda y al efectivo Ramón Cerecetto. El 28 de abril de 1999, seis años después de la desaparición del joven en la comisaría Novena, comenzó el juicio oral y público. El policía Justo José López llegó al juicio en libertad ya que sus abogados defensores habían pedido la excarcelación argumentando que había estado tres años con prisión preventiva sin sentencia.

Perpetua

Durante dos semanas de extensas audiencias, declararon alrededor de 70 testigos. Además de los testimonios de los detenidos, fue fundamental la pericia caligráfica sobre el libro de guardia de la comisaría, en donde figuran la entrada y salida de los detenidos. Quedó demostrado que habían escrito el nombre de Miguel Bru, pero lo borraron, y encima del borrón asentaron el nombre de otro detenido.

En mayo de 1999, los magistrados Eduardo Hortel, María Rosentock y Pedro Luis Soria condenaron a prisión perpetua a los policías López y Abrigo, acusados de tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta a los deberes de funcionario público, y también por apremios ilegales contra otro detenido, Roberto Díaz.

Abrigo murió en la cárcel en 2003. A pesar de las condenas, siempre hubo silencio de la familia policial sobre el paradero de los restos del estudiante desaparecido. En agosto de 2022, el Gobierno bonaerense incrementó a 5 millones de pesos la recompensa para toda persona que aporte información fehaciente para encontrar el cuerpo de Miguel.

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