Sigue la búsqueda de los autores del robo millonario

Continúa la investigación para dar con los ladrones que el pasado jueves asaltaron los galpones de El Rápido Argentino. Se cree que alguien de la empresa dio información

La Policía sigue en la búsqueda de los delincuentes que llevaron a cabo un cuantioso robo el pasado jueves en los talleres de la empresa El Rápido Argentino, ubicados en 522 y 31. Los implicados se hicieron con una cifra que superaría el millón de pesos, ya que el dinero robado estaba destinado al sueldo de los más de 30 empleados que allí se encontraban esa tarde. Se sospecha que hubo un entregador. La DDI está investigando a todos los trabajadores y autoridades, debido a que las entrevistas realizadas por los efectivos, luego de perpetrado el robo, revelaron que los asaltantes tenían conocimiento de detalles específicos que sólo podían ser manejados por personas de la empresa (como el día y horario en que se iban a realizar los pagos), por lo que se sospecha que fue un trabajo interno.

Para corroborar esta hipótesis, la Policía está analizando las cámaras de seguridad de la zona, como así también las de los negocios que por allí se encuentran, en busca de pistas para dar con los asaltantes o sus cómplices. Además, se le está realizando un peritaje intensivo al Peugeot 308 que fue usado para el robo y que fue abandonado a pocas cuadras de la escena del ilícito, más precisamente en 524 y 135. Allí, según testigos, los malvivientes subieron a un vehículo de alta gama que los estaba esperando.

Hay que recordar que, en la tarde del jueves, un grupo de por lo menos cuatro hombres se presentó en los galpones de El Rápido Argentino, asegurando que eran policías (incluso llevaban ropas con símbolos de la fuerza) y que iban a realizar un allanamiento, por lo que necesitaban ver el dinero que se encontraba en la caja fuerte. Ante la falta de respuesta de los empleados, los golpearon y los forzaron a ir al primer piso. 

Según dijeron a Trama Urbana los empleados damnificados, los delincuentes conocían en qué oficina guardaban el efectivo, el auto que transportaba el dinero e incluso el horario aproximado en que el mismo iba a llegar. Este comportamiento de los malvivientes fue el que despertó las sospechas de la Policía, con respecto a que hubo complicidad con alguien perteneciente a la empresa.

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