Testigo de brutal asalto al equipo de Pinti: “Era impresionante lo que sangraba”
La noticia entristeció a los 1.147 platenses que habían agotado las entradas para la última función de Lo que vio el mayordomo, la obra que el humorista Enrique Pinti iba a presentar el sábado a la noche en el Teatro Coliseo Podestá.
Es que la función fue suspendida luego de que en un violento hecho, cuatro delincuentes asaltaron al equipo técnico del show en la autopista Buenos Aires-La Plata, donde una persona resultó con un corte en la cabeza.
“Venía de Buenos Aires -en su Renault 9- y vi un micro al costado de la autopista. Había dos tipos tirados en el piso boca abajo y a otros que salían corriendo hacia los pastizales, huyendo de ahí”, comentó Silvio (41).
“Frené el auto y me bajé para ver qué pasaba. Asistí a la gente del micro, unas 4 mujeres y 4 hombres, y además había un señor con la cabeza rota, era impresionante lo que sangraba”, explicó el vecino berissense. Eran casi las 13 del sábado, en el kilómetro 51, a menos de 20 cuadras de la bajada de la autopista. Minutos antes el micro que transportaba al equipo técnico sufrió un desperfecto mecánico y se detuvo. Mientras intentaban repararlo, fueron abordados por cuatro sujetos armados, que golpearon a un iluminador y sometieron al resto de los pasajeros, a los que les sacaron sus pertenencias.
El robo de escenografía, vestuario, equipos, iluminación y de sonido ocasionó que los organizadores suspendan el show que horas más tarde se daría en el histórico teatro de calle 10.
Otro hecho en una zona caliente
El robo sufrido por el personal de la obra Lo que vio el mayordomo de Pinti es un hecho más que se suma a una larga serie de casos si-milares ocurridos en ese tramo de la autopista Bs. As.-La Plata, en el kilómetro 51, a un costado de un barrio recientemente inaugurado.
Son diarias las denuncias de automovilistas cuyos vehículos son apedreados para que se detengan y así poder desvalijarlos. De la situación tampoco escapan los micros que llegan desde Buenos Aires.
Los investigadores creen que en esta ocasión fue un robo al voleo, donde los cacos aprovecharon la oportunidad y se abalanzaron sobre el rodado averiado.
