Tras la muerte del ladrón en Ringuelet, comerciantes piden más seguridad

Continúan las repercusiones por el ladrón que murió a tiros durante un intento de robo en la zona de 12 y 520, cuando quiso asaltar un local junto a un cómplice y terminó siendo ultimado por el propietario, que se defendió con una ráfaga de balazos.

No obstante, el caso continúa resonando en la comunidad y en toda la región, y ahora se conoció que los comerciantes de La Plata apoyaron al dueño de la distribuidora donde ocurrió el hecho y reclamaron contra la ­inseguridad.

Al respecto, la Federación Empresaria de La Plata (FELP) lamentó lo sucedido en el supermercado y se lamentó por tener que ­volver a reiterar su pedido de “basta de ­inseguridad”.

“En las últimas horas un nuevo y repetido intento de asalto a mano armada a un comercio culminó con una balacera que arrojó el saldo de un menor muerto”, señalaron desde FELP. Asimismo, reclamaron “urgentes medidas de prevención que no llegan a concretarse ni dar resultados”.

“Hoy otro vecino, un comerciante de Tolosa, víctima habitual de estos sucesos y harto de pedir protección, en su afán de defender su negocio, sus clientes, su personal y sus bienes se convirtió en victimario y otra vida joven ha sido cegada”, continúa el fuerte escrito que lleva las firmas del presidente de la FELP, Alejandro Guanzetti, y el secretario de la organización, Alberto González.

Para finalizar, le solicitaron “a las autoridades de la democracia, a los profesionales y técnicos en Seguridad... estar a la altura de tan graves situaciones para que la comunidad pueda abocarse a sus actividades familiares, productivas y sociales sin tener que convertirse en improvisados custodios armados como lamentablemente estamos viendo con alarmante frecuencia”.

Cabe recordar que el lamentable y sangriento suceso ocurrió cerca del mediodía en la distribuidora de alimentos Don Otto, ubicada en avenida 520 entre 11 y 12, en el límite entre Ringuelet y Tolosa. Hasta allí llegaron dos malvivientes a bordo de una moto, ambos ingresaron, y al menos uno de ellos estaba armado.

Apuntaron a la cajera en la cabeza y le pidieron el dinero de la caja registradora, entre otros elementos de valor, pero nada salió como ellos querían. Los voceros consultados por este medio señalaron que el propietario del negocio observó la secuencia a través de una cámara de seguridad y no dudó en salir a defender a su empleada.

Al verlo, el caco gatilló sin que saliera el proyectil y entonces la víctima se defendió a los tiros. Cuatro balazos impactaron en la espalda del malhechor, quien cayó al piso y perdió la vida poco después, antes de que pudiera ser asistido por personal médico.