Fusilaron a un ladrón durante un robo en Ringuelet

El caco de 17 años con numerosos antecedentes apuntó junto a un cómplice a la cajera de una distribuidora. El dueño observó la maniobra en una cámara de seguridad y lo abatió.

Trama Urbana viene publicando y alertando a diario sobre la desmedida e histórica cantidad de robos que se producen en la ciudad de La Plata, sin que la Policía haga absolutamente nada al respecto. Lo único que faltaba era que los comerciantes se armaran y se defendieran ante un asalto, ya que están a la buena de Dios. Eso fue lo que pasó en las últimas horas en un sector de Ringuelet: el dueño de un local enfrentó a tiros a un ladrón y lo mató.

Fuentes oficiales indicaron que el lamentable y sangriento suceso, que pudo haberse evitado con una correcta función de los encargados de la seguridad en la región, ocurrió cerca del mediodía en la distribuidora de alimentos Don Otto, ubicada en avenida 520, entre 11 y 12. Hasta allí llegaron dos malvivientes a bordo de una moto, ambos ingresaron, y al menos uno de ellos estaba armado.

Apuntaron a la cajera en la cabeza y le pidieron el dinero de la caja registradora, entre otros elementos de valor, pero nada salió como ellos querían. Los voceros consultados por este medio señalaron que el propietario del negocio observó la secuencia a través de una cámara de seguridad y no dudó en salir a defender a su empleada.

Lo hizo con una pistola que tenía debidamente registrada y que se encontraba en regla, además de que él contaba con el permiso de portación. Al verlo, el caco gatilló sin que saliera el proyectil y entonces la víctima se defendió a los tiros. Cuatro balazos impactaron en la espalda del malhechor, quien cayó al piso y perdió la vida poco después, antes de que pudiera ser asistido por personal médico.

Moto robada

“Se trató de un caso de legítima defensa”, esgrimió una calificada fuente, mientras que desde la Unidad Funcional de Instrucción en turno creyeron lo mismo y no tomaron ninguna medida contra el comerciante, de 46 años, a quien sí se le secuestró el arma para ser sometida a las pericias de rigor.

Al lado del delincuente, que fue identificado luego como Darío González, de 17 años, se encontró un revólver calibre .38. Se supo de él que contaba con cinco causas penales por hurtos, infracción a la ley de estupefacientes y también por robos a mano armada, en poblado y en banda.

“Era un caco conocido no solo del barrio El Mercadito, sino de toda La Plata”, dijo un pesquisa con acceso a la investigación. Su cómplice logró escapar, también armado, una vez que comenzaron los disparos, pero fue identificado y sería inminente su arresto.

En cuanto a la moto en la que circulaban, tenía pedido de secuestro, ya que había sido robada. Quedó en la escena del hecho y también será peritada.

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