“Witty” continuará preso, pero ahora en la casa de su madre

Tal como se especulaba, Martín “Witty” Whitencamp, el bailarín que se hizo famoso por su paso en el Bailando por un sueño y saltó a las páginas de policías tras un brutal ataque en la puerta del bar “Cortez”, regresó ayer a la tarde a la casa de su madre, en Ringuelet. Claro que no dejó la Alcaidía Roberto Petinatto de Olmos como un hombre libre, sino que deberá cumplir las condiciones del arresto domiciliario en esa vivienda que figura en su DNI, informaron fuentes judiciales.

Así lo resolvió en las últimas horas el juez de Garantías Juan Pablo Masi, luego de que el lunes pasado se celebrara una audiencia para resolver la prisión preventiva de “Witty”, acusado de haberle aplicado unas cuatro patadas voladoras a Pablo Espinosa el 27 de octubre pasado, cuando yacía tirado en la vereda del bar de 44 y 17.

En esa oportunidad el defensor de Whitencamp Matías Pietra Sanz pidió el cese de la preventiva o, en su defecto, una excarcelación extraordinaria o una morigeración a la privación de la libertad. El fiscal Marcelo Romero (que por la feria reemplaza al fiscal original de la causa, Alvaro Garganta) y el abogado que representa a la víctima, Roberto Montenegro, anticiparon que no se opondrían al último beneficio. Y Masi hizo lugar. Rechazó, en cambio, el planteo defensista de bajar la calificación de “lesiones graves calificadas por alevosía”, y mantuvo la preventiva, de modo que, eventualmente, el bailarín deberá permanecer detenido en la casa de su madre hasta que se sustancie el juicio oral. La defensa iría ahora por permisos de salidas laborales, ya que “Witty” estaba a punto de estrenar una obra en Mar del Plata cuando fue detenido por la agresión en nuestra ciudad.

Aquel hecho ocurrió a eso de las 5 de la mañana del 27 de octubre pasado. Según la denuncia, ese día, Pablo Espinosa y su hermano Leonardo fueron atacados al salir de un bar. Al parecer, ambos comenzaron a ser golpeados por un grupo de hombres, oportunidad en que Pablo cayó al suelo.

Antes que pudiera levantarse un hombre, que se presume sería el bailarín, le aplicó una patada voladora en la cabeza. Atontado por el golpe, quiso levantarse pero recibió una segunda patada y luego dos más. Por esos golpes sufrió graves lesiones.
Pablo estuvo tres días internado en el hospital Rossi. Sufrió fractura del hueso occipital, en la parte posterior del cráneo, fractura de la órbita interna del ojo izquierdo y rotura de ligamentos de dos dedos.