Una profesión que sigue convocando a estudiantes

La Ingeniería argentina celebra a su primer graduado

A pesar de su dificultad, la disciplina convoca a cada vez más estudiantes. A igual ritmo, aumenta la demanda de profesionales. Sus avances buscan mejorar la calidad de vida de las personas

Un día como hoy, pero del año 1870, en el Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires egresaba Luis Augusto Huergo, el primer ingeniero civil del país. En su homenaje, se estableció la fecha del 6 de junio como el Día de la Ingeniería Argentina. A casi 150 años de aquella primera promoción, en la actualidad los profesionales nacionales son causa de orgullo por ser solicitados en todas partes del mundo. 

Egresado a los 33 años de edad, Huergo no solo fue el primer diplomado nacional, sino también un profesional destacado que, en su rol de diputado y senador provincial, contrató y fiscalizó la construcción de 118 puentes en el territorio bonaerense, la línea ferroviaria de Buenos Aires a Villa Mercedes y las obras sanitarias de Córdoba. También participó en el proyecto del Puerto de Buenos Aires del año 1880. 

En nuestra ciudad, la Universidad Nacional de La Plata contó recién en 1897 con la Facultad de Fisicomatemáticas, que fue reinaugurada en 1968 como Facultad de Ingeniería. Desde sus inicios, la unidad académica aportó grandes talentos al mundo profesional. Tal es el caso de Leonardo Rondi, un ingeniero civil que participó activamente en la construcción del túnel de San Gotardo, una megaobra de 57 kilómetros entre los Alpes de Italia y Suiza, que demandó 17 años y una inversión superior a los 12.000 millones de dólares.

En torno a la importancia de estas carreras, la directora de Ingeniería Electricista de la UNLP y titular del Instituto de Investigaciones Tecnológicas para Redes y Equipos Eléctricos, Patricia Arnera, expresó: “La disciplina ha implicado diversos beneficios a la calidad de vida de la gente, sobre todo en lo que se refiere a prolongar la longevidad. Desde la purificación del agua, pasando por la refrigeración de los alimentos y producción de medicamentos, todo está atravesado por la Ingeniería”. 

Pese a que este tipo de carreras garantiza buenas oportunidades laborales, los jóvenes suelen tener reticencia a inscribirse, mayormente por el temor a su dificultad. En torno a este cuestionamiento, Arnera explicó que “tal vez estas no sean carreras cercanas para los más jóvenes”, pero que desde la facultad local “se implementó un seguimiento en el proceso de aprendizaje” para desalentar la deserción. “Trabajamos con grupos reducidos y con tutorías en las que los alumnos avanzados ayudan a los que están comenzando”, explicó.

Además, la especialista destacó que, si bien hoy cursa una gran cantidad de alumnos, “hacen falta muchos más”.

Por otro lado, en el marco de las celebraciones, el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) organiza en su sede porteña, durante hoy y mañana, jornadas para pensar la identidad del ingeniero y los desafíos que presentan las nuevas tecnologías de cara al futuro profesional.

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