Contubernio: impunidad garantizada

Por Myriam Renée Chávez de Balcedo
Directora del diario Hoy

Contubernio:  alianza o asociación de personas  -o de intereses- ilegal o ilícita (definición del diccionario Larousse)

Argentina va camino a convertirse en uno de los países del mundo con mayores niveles de impunidad. Pese a los constantes abusos de poder, y a los miles de millones de dólares que se han robado en los últimos años, no hay un solo ex funcionario K que esté tras las rejas. ¿A qué se debe esta situación? Básicamente a que los tribunales están repletos de militantes rentados y de funcionarios judiciales que responden a padrinazgos políticos, un contubernio que hace recordar lo que se vivió en la Argentina durante la década infame. Asimismo, en los distintos poderes del Estado predomina “la estrategia del avestruz” que consiste en esconder la cabeza o mirar para otro lado ante hechos de corrupción.

En este contexto, el último fin de semana se difundió una escucha telefónica donde un abogado llamado Carlos Alberto Salvatore, acusado liderar una banda dedicada a lavar dinero provenientes del narcotráfico (ver Oscura trama de encubrimiento en la Aduana) amenazó a la juez que lo metió preso. Y nadie movió un dedo. Lo más grave es que Salvatore hizo la amenaza desde el teléfono de  su propia casa. En otras palabras, a un hombre que está acusado de ser uno de los mayores narcotraficantes del país, se le concedió el beneficio del arresto domiciliario. A su vez, este personaje nefasto, que habría conformado varias sociedades comerciales para montar la red de lavado, utilizó los servicios de una abogada que también estampó su firma en otras empresas conformadas por un ex pirata del asfalto que mantiene una estrecha relación con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y en otras empresas donde aparece el nombre del flamante titular de la Aduana, Guillermo Michel.  Es decir, hay un acusado de narcotráfico que tendría vínculos con las máximas autoridades del organismo que deberían ejercer la función de contralor para evitar el contrabando de mercaderías y de estupefacientes. Todo esto lo hemos denunciado en distintas investigaciones publicadas por nuestro diario, ¿y cuál fue el resultado? Ni el jefe de la AFIP ni el titular de la Aduana ni siquiera fueron citados a declarar.

Todo este manto de impunidad se está desplegando en momentos en que el Papa Francisco viene alertando por el proceso de mexicanización en el que está inmerso la Argentina. Esto no significa que haya una invasión de mariachis: la advertencia del Sumo Pontífice apunta a la forma alarmante en la que los carteles de la droga se están apoderando de amplios territorios, estableciendo contactos y relaciones con políticos, jueces, fiscales e integrantes de fuerzas de seguridad. Para muestra basta un botón: la semana pasada se denunció públicamente que a sólo 8 kilómetros de la Casa Rosada, en el Bajo Flores, hay una banda lidera por un ex guerrillero peruano que desde la cárcel controla 10 cocinas de droga de máxima pureza, pagando sumas millonarias en dólares por mes en coimas y contando con un ejército propio conformado por más de 300 hombres armados con fusiles y ametralladoras. ¿Qué ocurrió tras la denuncia? En la Justicia ni se inmutaron, cuando las primeras presentaciones penales relacionadas con esta banda se hicieron hace dos años.

En tanto, Cecilia Rodríguez y Sergio Berni, la ministra y el secretario de Seguridad que responden a Cristina Kirchner, siguen mirando para otro lado, en momentos en que el gobierno nacional convirtió las fronteras, los aeropuertos y los puertos en verdaderos coladores por donde entran y salen los estupefacientes. Daniel Scioli y Mauricio Macri, que son los principales candidatos a presidente, no se quedaron atrás e hicieron mutis por el foro. Si esta es la actitud que van a tener ante este flagelo cuando lleguen a la Casa Rosada lo que le espera a la Argentina no es para nada bueno. En definitiva, el silencio forma parte indisoluble del contubernio.

En las páginas de Hoy también denunciamos que Michel y otros funcionarios del organismo recaudador estarían involucrados en una falsa denuncia, que habría sido presentada ante fiscal federal Miguel Schamun, con el objetivo de que esa fiscalía absorba todas las otras denuncias de corrupción vinculadas a estos personajes y así se les garantice la impunidad. ¿Cuál fue la respuesta del fiscal en cuestión? Se mantuvo en el silencio más absoluto, negándose a responder las consultas que oportunamente hizo un cronista del diario Hoy que se acercó hasta su oficina en los tribunales de Comodoro Py en Capital Federal.

Un panorama similar se registra en los tribunales federales de La Plata donde desde hace meses mantienen cajoneada una demanda penal que realicé por incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, falsa denuncia, violación de secretos y tráfico de influencias. Entre los denunciados se encuentran Echegaray y Michel que son comprobados delincuentes que hacen negocios turbios con nuestro dinero. El mundo al revés: funcionarios ladrones que deberían estar en el banquillo de los acusados, son los que se dan el lujo de apretar a empresarios y comerciantes con impuestos extorsivos.

Cabe destacar que tanto la negligencia grave como la morosidad en el ejercicio de sus funciones son dos de las principales causales de remoción de  los integrantes de la magistratura y del ministerio público. Es cierto que no podemos poner a todos los integrantes del poder judicial en la misma bolsa. Aún existen jueces y fiscales honestos, que hacen honor a su función. Pero lamentablemente son los menos: han quedado marginados y no tienen el poder suficiente para empezar a equilibrar la balanza. Asimismo, existe una ausencia notable de valentía y de coraje cívico en la Justicia a la hora de actuar de oficio ante las denuncias que realizan los medios de comunicación independientes como el diario Hoy, que ante la impunidad reinante nos hemos convertido en la voz de aquellos que no tienen voz. Y lo seguiremos haciendo, cueste lo que cueste, y caiga quien caiga.
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