Escandalosa sesión para nombrar a marioneta K en juzgado platense

Con el voto afirmativo del bloque kirchnerista, el Senado aprobó el pliego para que Ernesto Kreplak se haga cargo del Juzgado Federal Nº de La Plata. El sembrado de títeres oficiales en la Justicia para evitar ir presos una vez abandonado el poder

En una sesión exprés, donde no faltaron los entredichos entre el oficialismo y la oposición, el Senado de la Nación aprobó ayer el pliego de Ernesto Kreplak, designándolo al frente del estratégico Juzgado Federal Nº 3 de La Plata.

De esta manera, Kreplak, un hombre cercano a La Cámpora y con lazos con diferentes funcionarios nacionales, quedará a cargo de este juzgado, que adquiere mayor trascendencia por tratarse de aquel que subroga al Juzgado Federal Nº 1 que comanda Laureano Durán, único con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral de la Argentina con el 40% del padrón nacional.

A pesar del rechazo de los bloques opositores, que interpusieron diferentes motivos, tanto en la sesión como en las reuniones de comisiones previas, el camporista obtuvo el pleno aval del kirchnerismo, que apelando otra vez a su mayoría automática, confirmó lo bajado por la Casa Rosada.

La votación final concluyó 37 votos a favor contra 25 en contra, donde los aliados al kirchnerismo del Movimiento Popular Neuquino y otras bancas provinciales, resultaron claves. El radicalismo, el FAP-UNEN-CC, el PRO, el Interbloque Federal y Carlos Verna (PJ La Pampa) manifestaron su disconformidad por nombrar “a un juez que abiertamente adhiere al pensamiento oficial a través de La Cámpora”.

"Es un Juzgado de tremenda importancia electoral, justo cuando están en discusión los resultados electorales y los escrutinios provisorios", explicó el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá al momento de dar su voto, sentencia que fue respaldada por todos los demás bloques de la oposición que ven como un nuevo avasallamiento a la Justicia el nombramiento de Kreplak.

Malos augurios
Senadores opositores que hicieron el uso de la palabra, ratificaron que con esto no se hace más que sentar un mal precedente para la Justicia argentina, que viene siendo solapada por el poder oficial con el nombramiento masivo de funcionarios judiciales afines a su pensamiento.

Distintas organizaciones defensoras de los derechos civiles, ven en esta designación una nueva intromisión del Poder Ejecutivo en la Justicia, y observan que el pronóstico para nuestro país es muy negativo, ya que se alimenta la necesidad de crear una Justicia militante, que esté de acuerdo con el poder político de turno, dejando de lado el necesario sentido de independencia que deberían tener los magistrados a la hora de dictar sus fallos.

La imperiosa necesidad de lograr impunidad una vez abandonado el poder en diciembre, lleva al oficialismo a sumergirse en un papelón tras otro, violando sistemáticamente las decisiones de otro poder del Estado, mostrando el poco apego a las normas republicanas que ha tenido el kirchnerismo a lo largo de la mal llamada década ganada.

El pliego de Kreplak había salido mal parido, ya que las objeciones a su designación eran muchas, más que nada por no haber ganado los concursos previos, y por haber dejado el Ejecutivo en el camino a quienes figuraban primeros en las ternas, como es el caso de Ignacio Rodríguez Varela, ex secretario del fiscal José María Campagnoli que ganó más de 30 concursos, pero fue discriminado por el kirchnerismo no incluyéndolo nunca en ninguna terna para ocupar un puesto judicial.

Lo sancionado ayer por el Senado nacional es peligroso de cara al futuro, es un mal antecedente, ya que se deja a discrecionalidad del Ejecutivo y de las mayorías parlamentarias ocasionales, la potestad de designar jueces que respondan al poder de turno, creando una Justicia militante que poco beneficio le traerá al país. El nombramiento de Kreplak va en ese rumbo, y las consecuencias de este tipo de actos quedarán marcada a fuego como una enorme mancha negativa para la joven democracia argentina.

Aún no terminó la tesis y será directora del BCRA

Además de la designación de Ernesto Kreplak al frente del Juzgado Federal Nº 3 de La Plata y de otros conjueces, vocales, fiscales y defensores oficiales, el kirchnerismo logró aprobar la designación de una serie de funcionarios en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Con el voto afirmativo de todo el bloque oficialista y el acompañamiento de buena parte de la oposición, se ratificó las designaciones en el BCRA como directores de Paola Alejandra López, Alejandro Formento, Mariano Beltrani y Bárbara Emilia Domatto Conti.

Beltrani, Formento y Conti, son personas ligadas estrechamente a La Cámpora y tienen como máximo referente al polémico ministro de Economía, Axel Kicillof, que de esta manera, vuelve a poner gente de su más inmediato riñón político al frente de cargos estratégicos en la función nacional.

La polémica está dada porque Emilia Domatto Conti, reconoció en su paso por el Senado que no terminó la carrera de Ciencias Económicas, y que está haciendo la tesis. Un escándalo.

Otro nombre polémico

La sesión de ayer en Senado sirvió también para imponer a Jorge García Davini, como conjuez en la Cámara de Apelaciones de la ciudad rionegrina de General Roca.

Davini fue durante casi 20 años secretario del controvertido juez federal Norberto Oyarbide, y es conocido en el ámbito de la Justicia por tener el mismo estilo del mediático magistrado, y se lo suele mencionar en Tribunales como el “delfín” del juez que intervino en la causa que se le había iniciado al matrimonio Kirchner por presunto enriquecimiento ilícito, a quienes terminó sobreseyendo en un fallo exprés y que causó honda conmoción en los ambientes judiciales.

Demostrando cuan poco le importa al kirchnerismo las formas a la hora de conseguir sus propósitos, la designación de Davini es vista por todo el mundo judicial como un premio a Oyarbide por la loable tarea que ha venido cumpliendo en la última década para frenar las causas de corrupción iniciadas contra distintos funcionarios nacionales.

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