A puro asado, cumbia y baile, los argentinos pusieron el color en el Hard Rock

El partido de la Selección Argentina ante Perú vino accidentado, por decirlo de una manera sutil. La ausencia de Lionel Messi por precaución, la suspensión de Lionel Scaloni y la cantidad de entradas que se devolvieron pusieron en el ojo de la atención a la concurrencia.

Pero los hinchas argentinos, como siempre, vivieron la previa como una fiesta. Como suele ocurrir en los juegos de fútbol americano en los Estados Unidos, los simpatizantes llegaron varias horas antes, pararon los autos en el estacionamiento, se pusieron a cocinar chorizos, carne, hamburguesas y carne asada al estilo barbacoa y vivieron una auténtica fiesta en las afueras del estadio.

Fernet, cerveza y mucha música en la onda de “muchaaaachos” decoraron una antesala maravillosa para el último encuentro de la fase de grupos.

El humo y el tentador olor a asado fueron parte de la previa de los miles de argentinos que esperaban para ingresar al Hard Rock Stadium, donde después la selección cerró su participación en el Grupo A con un triunfo frente a Perú. Grupos de amigos, familias y algunos otros que se hacen unos dólares se sumaron a una costumbre del público norteamericano en la previa de cada evento deportivo.

La cumbia sonó a todo volumen desde los parlantes. También el himno argentino y las canciones de cancha.

En comparación con los días en los que juega el Inter Miami, los hinchas se ubican en la puerta del estadio donde Lionel Messi es la figura más convocante. Junto a ellos también trabajan un parrillero y un ayudante. Entre la marea de argentinos y algunos peruanos que caminan entre las calles del estacionamiento del coqueto estadio donde juegan los Dolphins, Daniel no para de transpirar. Entre el sol, el asfalto y el fuego de la parrilla, la temperatura debe estar por encima de los 40 grados.

Vendían el choripán a US$6, y el vacío, a US$10. La cerveza argentina cuesta US$10 en su puesto: una carpa con parrilla, asador con leña y heladeras. Para acompañar las carnes hay chimichurri tradicional y otro blend, con mayonesa y mostaza. En un día llegó a vender 1.200 chorizos cuando el Inter Miami presentó a Messi. En la puerta del estadio donde juega de local el astro argentino despacha un promedio de 500 chorizos por partido. Para el encuentro de esta noche trajeron 600 chorizos y unos 90 kilos de carne.