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“Ahora nos volvimos a ilusionar…”

Estudiantes clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina y el equipo recuperó la confianza que había perdido por la eliminación en la Sudamericana. Empató 1 a 1 con Independiente, pero esta vez no falló en los penales. Como ocurrió con la Selección después de algunas frustraciones, el Pincha se vuelve a ilusionar, tal como indica la canción de cancha.

Estudiantes pegó un golpe de timón. En Mendoza y ante Independiente, el equipo logró avanzar a los cuartos de final de la Copa Argentina, que ahora pasó a convertirse en el máximo objetivo del club para encarar el fin de año.

Hace menos de tres semanas el Pincha había quedado eliminado de la Copa Sudamericana por penales y ayer demostró que aprendió la lección: después de empatar 1 a 1 contra el Rojo se impuso en la definición desde los 12 pasos y dejó en el camino al Rojo de Tévez.

Este resultado llegó en el peor momento del ciclo de Eduardo Domínguez, con tres derrotas seguidas en la Copa de la Liga Profesional y una eliminación reciente en el plano continental. Por lo tanto, sobre la base del buen desempeño que mostró especialmente en el primer tiempo, puede decirse que los jugadores y los hinchas “se volvieron a ilusionar” con poder ganar un título, tal como indica la canción que acompañó hace un año a la Selección Argentina antes del Mundial que lo consagró en el final del año 2022.

Estudiantes comenzó mejor atacando, pero se volvió a defender muy mal. Tanto Sosa como Rollheiser se encargaron de imponer el juego y tomar el protagonismo de las acciones, pero ni Méndez ni Carrillo ayudaban para definir con la misma seguridad y contundencia con la que el equipo manejaba la pelota.

Benedetti era uno cuando pasaba al ataque y otro cuando defendía, y otra vez Santiago Núñez quedó a destiempo y provocó que los delanteros de Independiente vayan ganando confianza con el correr de los minutos. Fue así que sin jugar del todo bien ni lucirse, el equipo de Tévez se puso arriba en el marcador con un gol de Lucas González a los 30 minutos.

El Pájaro Fernández rememoró viejos tiempos y saltó a cabecear en el área después de un córner de Sosa y decretó la merecida igualdad a los 36 minutos, logrando así poner así otra vez al Pincha en el partido.

Estudiantes, en una misma tarde, recuperó dos viejas virtudes de su escuela resultadista: un gol de pelota parada y una clasificación en la definición por penales.

En la parte final Independiente mejoró en su juego y el Pincha volvió a fallar en la definición.

El partido se presentó de ida y vuelta y el cansancio se fue apoderando de los jugadores con el correr de los minutos.

Esta vez en los penales Andújar le contuvo un remate “sobrado” al delantero Matías Giménez y también erraron Laso y Canelo. Al igual que le había pasado al Pincha en la Sudamericana, con tres penales errados era muy difícil suponer que la serie no se fuese a perder.

Estudiantes convirtió todos los penales que le tocó ejecutar y se metió entre los ocho mejores equipos de la Copa Argentina. Y los hinchas “se volvieron a ilusionar…”

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