Capitán, campeón y papá...
Pasan las horas y se suman elogios por el triunfo ante Brasil, que ya es considerado entre los tres más importantes de la historia de la Selección. Mientras estudia los detalles de su nuevo contrato en el Barcelona, Lionel Messi disfruta en familia haberse sacado el karma.
Hasta el sábado a la medianoche, Lionel Andrés Messi tenía contados detractores que esgrimían un argumento que se estaba acabando a la par de las ilusiones de Brasil de ganar la Copa: que nunca había ganado nada con la Selección mayor.
Los primeros minutos del domingo, en una madrugada interminable y a puro festejo, el pueblo futbolero argentino explotó de alegría por la victoria en el Maracaná, pero también por la revancha personal de quien es considerado el mejor jugador de todos los tiempos, pero que tenía cuentas pendientes por saldar en cuanto a logros y títulos.
Vencer a Brasil, de visitante, en la final de una Copa en el Maracaná se convirtió en la tercera conquista más trascendente de la historia de la Selección Argentina, por el rival, el contexto y el invicto que suponía invencibles a los dueños de casa.
Después de la final con Alemania en México 1986 y la final con Holanda en el Mundial de 1978, ningún otro acontecimiento similar se dio en Brasil, con la Selección de visitante y con un rival potente que también tiene a uno de los cinco mejores jugadores del mundo: Neymar.
La alegría inconmensurable que generó la conquista catapultó a Lionel Messi a un selecto lugar de ídolo nacional, no solamente en lo deportivo, sino también en la faceta personal.
Si bien en su Rosario natal se volvió a iluminar el Monumento a la Bandera y se pintaron murales con su imagen, no hubo rincón en la Argentina en donde hayan surgido pretextos o críticas hacia el capitán de la Selección.
La respuesta del Diez fue espontánea: saludó a los vecinos cuando llegó a su casa en un barrio privado de Rosario, se mostró más terrenal, se acordó de Maradona en un posteo y está disfrutando en familia de haberse sacado una mochila que cargaba hace más de 10 años, ya que incluso al Mundial de Sudáfrica 2010, Messi llegó como el mejor jugador del mundo reconocido por la FIFA en 2009 y no pudo evitar que la Selección quede eliminada en cuartos de final.
El Diez pasó las primeras horas posconsagración en Funes, Santa Fe, y tiene previsto acordar los detalles de un contrato muy particular: si bien restan los detalles, sería por varias temporadas, y contemplaría una vinculación de Messi con el club más allá de la parte deportiva, una vez que decida terminar de jugar, con un cargo en una de las gerencias vinculadas al deporte en el club.
Arrancó el Barcelona
Con la presencia de Sergiño Dest, Gerard Piqué, Miralem Pjanic, Riqui Puig, Neto, Sergi Roberto, Samuel Umtiti y Moussa Wagué, el Barcelona comenzó ayer la pretemporada y tanto Lionel Messi como Sergio Agüero gozarán de licencia por haber jugado hasta el sábado de manera oficial en competencias avaladas por la FIFA como la Copa América a través de la Conmebol.