Cerúndolo y una noche épica: venció a Zverev y se metió en la semifinal del Argentina Open

El tenista argentino consiguió un triunfo importante en su carrera y logró acceder al cuadro de los cuatro mejores del certamen nacional.

La derrota de Mariano Navone ante Joao Fonseca fue un golpe doble para el tenis argentino. No solo por el desenlace del partido en sí—donde el bonaerense tuvo chances de imponerse pero terminó cayendo ante el joven brasileño— sino también por el impacto general en el torneo. Con su eliminación, la esperanza de ver a un argentino en las semifinales del IEB+ Argentina Open quedaba prácticamente en manos de Francisco Cerúndolo. Sin embargo, su desafío no era menor: del otro lado de la red lo esperaba Alexander Zverev, actual número 2 del mundo, reciente finalista del Abierto de Australia y un especialista en polvo de ladrillo que ya se prepara para Roland Garros.

Sobre el papel, las chances del argentino eran escasas, pero la garra y el espíritu competitivo que caracterizan a los tenistas nacionales marcaron la diferencia. Aunque arrancó el partido con dificultades y sin encontrar su mejor versión, Cerúndolo se las ingenió para revertir la situación y firmar una de las victorias más importantes de su carrera. Con un marcador final de 3-6, 6-2 y 6-2, dejó en el camino al alemán y desató la locura en el Estadio Guillermo Vilas.

Si bien en el tenis cada punto cuenta, hubo uno en particular que pareció marcar la tónica del encuentro. En el primer game, Zverev impuso su saque con autoridad y dejó en claro que su plan era presionar con potencia y aprovechar cualquier error de su rival. Durante el primer set, el alemán dominó con solidez y obligó al argentino a jugar con precisión milimétrica. Aunque Cerúndolo intentó mantenerse en partido, sufrió una seguidilla de juegos en contra y terminó cediendo la manga por 6-3.

El segundo set trajo consigo un cambio de actitud. Si en el primero Cerúndolo había mostrado dudas, esta vez logró mantener la calma y empezó a encontrar grietas en el juego de su oponente. La igualdad se mantuvo hasta el 2-2, pero a partir de allí el argentino dio un paso adelante: sostuvo su saque con firmeza, logró un quiebre clave y encendió a los 5.500 espectadores que llenaron el estadio. Ni siquiera la lluvia, que interrumpió el partido por unos 20 minutos, pudo frenar su envión. Con un tenis agresivo y preciso, cerró el set 6-2 e igualó el partido.

Con la confianza en alza y el aliento del público de su lado, Cerúndolo entró al set decisivo convencido de que podía lograrlo. La situación le traía recuerdos de aquel partido en Roland Garros contra Novak Djokovic, donde había estado cerca de una hazaña similar. Esta vez, la historia no se repetiría: el argentino mantuvo su concentración, soportó los embates de Zverev y aprovechó su momento para sellar la victoria con otro contundente 6-2.

El festejo fue un reflejo de la importancia del triunfo. No solo por lo que significó derrotar a un jugador de la talla de Zverev, sino también por el contexto: con la caída de Navone, Cerúndolo se convirtió en el único argentino en semifinales, manteniendo viva la ilusión del público local en el Argentina Open.

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