Chess boxing: la lucha se libera en el ring, la guerra en el tablero

Enterate en qué consiste el ajedrez boxeo, el deporte sensación en Europa.|

Cómo sería el resultado de unir la inteligencia y la estrategia de Garry Kasparov y la contundencia de Carlos Monzón? ¿Cuál sería la mejor forma de unificar en una sola disciplina la rapidez mental de Magnus Carlsen y la fuerza de Mike Tyson? La respuesta, pese a su rareza, es muy fácil: uniendo ajedrez y boxeo en un solo deporte, el chess boxing.

El ajedrez boxeo fue creado en 1992 por el artista Francés Enki Bilal mientras dibujaba un libro de cómics llamado Froid Équateur. El deporte en la vida real recién apareció en 2003 con un torneo oficial que se celebró en Berlín, Alemania. Hoy en día, se ha convertido en una disciplina muy practicada en países europeos y africanos, siendo también muy popular en las escuelas y universidades del mundo. En Irlanda, por ejemplo, el Senado recomendó su enseñanza obligatoria en los colegios, reconociéndolo como ciencia, deporte y método de defensa.

La contienda consiste en 11 asaltos en los que se van alternando ambas actividades, empezando con 4 minutos de partida de ajedrez y seguido por 3 minutos de boxeo. Entre cada round hay una pausa de un minuto, durante las cuales los competidores cambian su vestimenta. La modalidad de ajedrez es la blitz, en las que los contrincantes disponen de un total de 12 minutos.

Pero ¿cómo se gana? Lo impresionante es que el deporte requiere estar en forma en ambas disciplinas, ya que la pelea puede finalizar tanto por knockout como por jaque mate. Otra alternativa, la menos común para alcanzar la victoria, es que si ninguno llegó al jaque mate o dejó fuera de combate al otro por la vía física, el encuentro se resuelve por puntos obtenidos durante el transcurso de la pelea, como se hace en el boxeo convencional.

La clave principal del ajedrez boxeo radica en el equilibrio de habilidades, ya que limitarse a ser el dueño del tablero puede llevarle a uno a besar la lona de manera precipitada en el ring. A la inversa, un hombre aguerrido al combate puede llegar a perder el control de su rey en tres movimientos.

De esta forma, el juego genera una atracción muy fuerte en los espectadores y genera varios interrogantes: ¿con qué actitud se sentaría una persona que acaba de recibir un duro uppercut en la mandíbula ante un tablero frente a su agresor? ¿Cómo adquirir la concentración necesaria en un round si todavía se piensa en peones, torres y alfiles? Como reza el eslogan de la Organización Mundial de chess boxing (WCBO): “La lucha se libra en el ring y la guerra en el tablero”.

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