El diario Hoy en Rusia
Desde dormir en una “cápsula” hasta compartir la cama sólo por la Argentina
Por Juan Pablo ferrari
Cobertura exclusiva en Rusia
"En las buenas y en las malas, a mi lado siempre tú…”. Cuando Valeria Lynch interpretó la canción “Me das cada día más” jamás imaginó que se haría famosa por la película “Héroes”, que refleja la conquista de la última Copa del Mundo que ganó Argentina.
El fútbol, en este país, es capaz de modificar el destino de las cosas. De transformar las ideas y convertirlas en sueños. O de hacer posible lo impensado, en una sola fracción de segundos, como ocurrió en las atajadas de Goycochea ante los italianos en el Mundial ’90. Un fiel reflejo de todo esto es Ramón, un hincha de Huracán de Parque Patricios, que se dedica a la construcción y vive en Mendoza.
Este obrero de 36 años llegó a Rusia con siete amigos, desafiando las distancias y la situación económica del país. Soñaba con un buen Mundial de Messi y con poder canjear tantas jornadas de extenso trabajo por un mes de plenitud y felicidad en el exterior. No le sobra nada: se hospedó en un hostel que tenía disponibles tres camas, las cuales comparten entre los siete para que nadie duerma en el piso.
“Es preferible pasar la noche amontonado en una cama que estar tirado en suelo”, le cuenta al diario Hoy a la salida del estadio del Spartak tras el empate ante Islandia.
En un esbozo de bronca e impotencia, reclama que le hagan llegar un mensaje a Messi y a todos los jugadores. “Díganle, ustedes que son periodistas, que el dólar llega a los 30 pesos en Argentina… que hicimos un esfuerzo enorme para venir a alentarlos… que tienen que ganar porque estamos sufriendo mucho”.
En sus palabras, tan espontáneas como sinceras, se esconde el sentimiento de miles de compatriotas que por estas horas son capaces de hacer cualquier cosa con tal de estar cerca del equipo nacional.
Santiago Giachino, por ejemplo, es un joven de Tolosa, que se hospedó en lo que se conoce como la modalidad de hostel “cápsula”. Se trata de alojamientos en los cuales sólo se tiene acceso a una habitación con colchones apilados y los huéspedes no pueden usar sus maletas para cambiarse. Son de los más económicos, y lo único que garantizan es un lugar para reposar el cuerpo y un baño, pero sin ducha.
Ellos llegan motivados por el entusiasmo que despierta el fútbol y dejan sus valijas en un cuarto denominado “cápsula”, en donde se mantiene aislado el equipaje. Duermen algunas horas entre extranjeros de todos los rincones del planeta y luego salen a recorrer las calles de Moscú. Consumen cerveza y comida, y se sacan fotos con cuanto hincha curioso se cruzan en el camino.
En las buenas y en las malas, están con la Selección. Eso sí, por el esfuerzo de dormir en cápsulas o entre tres hombres, esperan que el equipo levante la puntería ante Croacia, que el técnico elabore la mejor estrategia, aún cuando la misma vaya en contra de sus convicciones, y que de una vez por todas la suerte termine acompañando a un grupo de jugadores que están entre la espada y la pared… o la pasión y desenamoramiento.