El Bosque fue testigo de una noche llena de emociones
Tras el debut soñado, Nicolás Ortiz, hijo del Indio, rompió en llanto y se abrazó junto a su padre, que en el rol de entrenador lo hizo debutar en Primera. Aplausos, ovación y reconocimiento por la entrega del grupo
Tras el debut soñado con la camiseta que lo formó como persona y jugador, Nicolás Ortiz, hijo del Indio, rompió en llanto y se abrazó junto a su padre, que en el rol de entrenador lo hizo debutar en primera. Sí, ni en los mejores cuentos de Fontanarrosa sucedió algo igual.
Aplausos, ovación y reconocimiento por la entrega del grupo que estuvo colmado de pibes como Matías Melluso, Matías Gómez, Nicolás Contín, Ezequiel Bonifacio y el propio Indiecito, que la mandó a guardar bajo los tres palos.
"Esto es un mimo al alma. Me queda agradecerle a la gente, al cuerpo técnico y volver a mi función anterior", destacó el entrenador luego de una noche que tornó llena de emociones luego del reconocimiento al goleador Hugo Romeo Guerra, quien perdió la vida en estos últimos días.
Y por si fuera poco, el próximo entrenador, Pedro Troglio, fue testigo de todo lo que sucedió en 60 y 118, que terminó con un gran reconocimiento luego de la floja campaña que detonó en un final convulsionado.