Este Gimnasia terminó siendo “cosa de Indios”

Ortiz apostó por su hijo para el último partido de la Superliga y el Indiecito le pagó con el primer gol. Incluso terminaron llorando y fundidos en un abrazo. El Lobo cortó la racha y festejó con un triunfo 2 a 0 ante Newell´s

Hernan Darío Ortiz, ese mismo hombre noble que defendió a muerte la camiseta de Gimnasia y puso el pecho cuando más se lo necesitaba merecía tener una noche como la de ayer, en la que cumplió su interinato con un triunfo vital para los promedios del año que viene y con el sueño de todo padre: ver debutar a su hijo y que, incluso, haga un gol.

El abrazo del final y las lágrimas entre ambos reflejaron lo intenso que es hacerse cargo de este momento, pero el “Indio” lo hizo, y vaya que le cambió la cara al Lobo en apenas tres fechas. Es por ello que el cierre de la Superliga, con una victoria que cortó la racha y la ovación de la gente no se la olvidará.

En el medio hubo un partido, en el que el Tripero mostró más agresividad que Newell´s en el inicio, en los que Rinaudo fue ganando el mediocampo, Faravelli siendo la conducción y Contín moviéndose entre los centrales.

Sin embargo, la más clara del primer tiempo fue de la Lepra, cuando Luis Leal, quien complicó junto con Figueroa, cabeceó en soledad y el palo le negó el grito.

De todos modos, antes del cierre, Faravelli ejecutó el tiro libre, Dibble desvió y por el segundo palo apareció Nicolás Ortiz, el “Indiecito”, para definir de zurda y romper la chapa.

En el complemento, pese a las variantes de Newell´s, Gimnasia se adueñó del juego a partir de los 15 minutos. Y más aún con los ingresos de Licht y Alemán.

El Lobo, de a poco, fue arrinconando a su adversario y generó peligro, aunque el 2 a 0 llegaría recién a los 37, cuando el ingresado Bonifacio apareció por derecha y fusiló, al primer palo, a Ibáñez.

Al instante, Contín tuvo el tercero, pero falló. De todos modos, la gente ovacionó a este equipo, que terminó siendo “cosa de Indios”.

RESUMEN DEL PARTIDO:

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