El Roble de acero que busca conquistar el planeta de las artes marciales mixtas

El platense Nahuel Gandolfi viajará a fin de mes rumbo a Singapur para codearse con los mejores luchadores del mundo. En diálogo con este medio, el joven, que ostenta un amplio recorrido en distintas disciplinas, adelantó su desembarco en el continente asiático 

"Me dicen Roble por el árbol, porque es de buena madera,  noble, duro y firme; básicamente por eso, porque tengo mucha fuerza de voluntad. El apodo me lo puso mi psicólogo deportivo”. Así se presenta Nahuel Gandolfi, quien con solo 27 años ostenta un camino exitoso en diversas disciplinas, el cual empezó a transitar hace más de dos décadas.

El joven, que además se desempeña como administrativo en Policía, está a punto de concretar un viaje a Singapur para ser entrenado por el estadounidense Brian Ebersole, una de las leyendas mundiales de las artes marciales mixtas (conocidas frecuentemente por sus siglas en inglés, MMA, por mixed martial arts) que vio sus últimas peleas y quedó maravillado, por lo que le envió una invitación formal por video para tenerlo en sus filas. En diálogo con este medio, Roble adelantó el viaje a Asia, recordó sus inicios y reveló el camino que recorrió con el objetivo de cumplir el sueño de su vida: ser campeón mundial de MMA.

—¿Cómo te iniciaste en el mundo de las artes marciales?

—Empecé a los 7 años, con el karate, que me gustaba mucho. A los 17 me di cuenta de que era algo que quería hacer a tiempo completo, aunque se me complicara con el estudio. En ese momento fue cuando comencé a conocer el mundo de las artes marciales mixtas practicando judo, lucha, muay thai y jiu-jitsu, entre otras.

—¿Cuándo se produjo tu debut como profesional?

—Hace cuatro años aproximadamente, en Córdoba. Me fue bien y empecé a dedicarle tiempo completo.

—¿Cómo es tu vida diaria?

—Trabajo a la mañana como administrativo en Policía y por la tarde entreno, todos los días. La parte física la realizo en el ATP Personal Training de Gonnet, con entrenamiento de alto rendimiento. Luego hago boxeo en el Club Sporting. Además, pertenezco a La Plata Jiu Jitsu Club y entreno con amigos, ya que no tengo un equipo estable. Aprovecho que cuento con un tatami (superficie sobre la que se practican diversas artes marciales) y voy perfeccionándome con los chicos de las diferentes disciplinas.

—¿Cómo surgió la chance de viajar a Singapur?

—Me contactó Brian Ebersole, quien fue durante muchos años peleador de UFC (Ultimate Fighting Championship, mayor empresa de artes marciales mixtas), además de haber sido head coach en Tiger Muay Thai (uno de los equipos más grandes de Tailandia) y líder de equipo del gimnasio más grande de Asia. Brian vio por video mis últimas peleas en Brasil y me invitó a entrenar. 

—¿Serías el primer argentino?

—Sí, hay pocos sudamericanos y son brasileños. La idea es hacer carrera allá: él me quiere en el equipo y formar parte del mismo es lo primordial. 

—¿Recibís alguna ayuda para afrontar el viaje?

—Nada, hago todo “a pulmón”. Voy a ir como siempre: solo, con mi bolso y dispuesto a ganarme un lugar. 

—¿Qué tipo de peleador te considerás?

—Soy un peleador que define los combates ni bien se presenta la chance; no me gusta el exhibicionismo. De 14 peleas que tuve gané 12 y en 11 oportunidades cerré la disputa en el primer round. Pateo muy bien y no especulo.

—¿Cuál es tu sueño?

—Ser campeón mundial, sé que en algún momento lo voy a lograr.

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