El salvador está con nosotros

Vestido con un jean y un buzo canguro, acompañado de una mochila, Lionel Messi se instaló en el complejo habitacional de Ezeiza más tarde de lo previsto debido a que su vuelo de Iberia se retrasó. En consecuencia, el capitán argentino no pudo realizar la práctica matutina, pero sí estuvo a un lado del campo observando los movimientos de sus compañeros del seleccionado. 

De todos modos, por la tarde, el “salvador” se calzó sus nuevos botines y tuvo su primer ensayo bajo el mando de Jorge Sampaoli. Empezó con charlas, fútbol tenis en el que hasta tiró “medias chilenas” y luego hizo un trabajo táctico.

El “10”, una vez que ingresó al predio, ya se instaló el “chip” mundialista, aunque desde hace un tiempo viene preparándose para el que puede ser su último Mundial.

Messi, desde 2015, viene trabajando el nutricionista italiano Giuliano Poser, a quien vistó previo a terminar la temporada con el Barcelona. Gracias al especialista, Leo modificó su disciplina alimenticia, en la que quitó las gaseosas, los dulces y bajó la cantidad de carne roja. Asimismo, el mejor del mundo comenzó con la dieta “Gasolina Súper”, la cual consiste en agua, un buen aceite de oliva, cereales integrales y frutas y verduras frescas biológicas, además de semillas y frutos secos.

Gracias a ello, el futbolista se sintió más liviano, ganó fibra, potenció su masa muscular y evitó las lesiones en el último tiempo. Incluso pudo manejar el cansancio y el desgaste típico de cada campaña cuando lo precisó, como por ejemplo en los últimos partidos de Liga Española.

En consecuencia, al margen de su nivel deportivo que lo volvió a tener en lo más alto siendo campeón y ganador de la Bota de Oro, el rosarino arribó en condiciones físicas óptimas y, tal como lo fue en la Copa del Mundo de Brasil y las Eliminatorias para clasificar a Rusia, volverá a ser la gran esperanza para traer el trofeo más preciado.