Entre el mito y la realidad: a 30 años del “gol del terremoto”

En 1992, un tiro libre de José Perdomo para Gimnasia generó uno de los sucesos más pintorescos del clásico platense en el viejo estadio de Uno. Al día de hoy, se habla de una actividad sísmica generada por el festejo. Los estudios que avalan este hecho tan recordado.

Se trató de un gol para la historia. Porque fue en un clásico platense, porque cortó una racha de 16 años sin triunfos del Lobo en la tierra del León y también porque quedó registrado como “el gol del terremoto”, al menos para una parte de la ciudad. Ocurrió un 5 de abril, pero de 1992, en un duelo entre Gimnasia y Estudiantes en el viejo estadio de 1 y 57. El tanto lo marcó el uruguayo José Batlle Perdomo y ocurrió a los 9 minutos del segundo tiempo a través de un tiro libre a 35 metros del arco del Pincha, en donde estaba Marcelo Yorno.

Iban 9 minutos del segundo tiempo cuando el marcador lateral Leonardo Squadrone había detenido con falta al delantero Hugo Guerra (que venía de jugar de la “B” uruguaya). El árbitro Juan Bava sancionó y varios candidatos se perfilaron frente a la pelota. Pero el de la camiseta “6” le dio con convicción y justeza con la pierna derecha (“cara interna del botín”) para que el balón despegara superando apenas por encima a la barrera. Cuando el arquero Marcelo Yorno quiso reaccionar, ni siquiera eso pudo. La bola ya estaba anidada junto al poste derecho.

Tan pasional fue el festejo de los hinchasTriperos que las vibraciones provocadas por la euforia generaron un movimiento que quedó registrado como un sismo de 0,3 grados en la escala de Richter en el Observatorio Astronómico de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, ubicado a 600 metros de donde se disputó aquel clásico histórico. La noticia dio la vuelta al mundo.

Los investigadores captaron la vibración, pero no esperaban semejante repercusión. Curiosamente, al día siguiente de la victoria de Gimnasia, un nutrido grupo de periodistas se hizo presente en la dependencia universitaria para saber qué era, a ciencia cierta, lo que había ocurrido en el momento exacto en que los hinchas deliraron con el gol.

La jefa del Departamento de Estación Sismológica del Observatorio, en ese entonces, dijo que “técnicamente es un ruido que no queda grabado porque no llegó a la medida necesaria, pero quienes estaban en la Estación vieron que las agujas se movían, registrando el movimiento”.

El clásico platense no registró incidencias aquel domingo, en que el Newell’s de Bielsa andaba puntero, en que el inglés Nigel Mansell ganaba el GP de Fórmula 1 en Brasil, y en la Liga de Italia un tal Gabriel Batistuta hacía dos goles para la Fiorentina.

En nuestra ciudad, en tanto, nacía una leyenda futbolera que sigue presente en el cántico de los hinchas y que hasta la actualidad le sirve al club para una campaña que busca asociados, bajo el lema “terremoto social”.

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