La locura que se generó en Córdoba y explotó en La Plata
No hay palabras, sólo expresiones de júbilo, felicitaciones, hora de merecimientos, de abrirle la puerta a los amigos y sonreír con un pedazo de tela azul y blanco. No hay palabras, pero al mismo tiempo tenemos que ponerlas. Y aquí le contamos cómo vivieron la jornada del martes 28 de mayo de 2013 la vieja y querida hinchada de Gimnasia
Para una hinchada que es mundial, por segunda fecha seguida de visitantes coparon toda la tribuna de otro Estadio que fue sede de Argentina ’78. Para las almas que están y las que no dejaron de estar, este miércoles será “feriado barrial y popular”.
El cielo se descargó mucho antes de que empiece el juego, pero luego se despejó para que los humanos con sangre de lobizones se desplieguen por las calles, camiseta al hombro, camperón oficial (el que no quería ganar un resfriado) o gorrito.
Aquí, todo nublado, allá un sol que alumbraba las sierras…
Apenas saltaron al campo los once de Instituto, la familia Sánchez en la calle 61 y 25, con “Coco” a la cabeza (ex presidente gimnasista en el ’83 cuando era “otra B”) pensó en voz alta con el chiste a mano: “¿hoy jugamos contra Brandsen o me tengo que poner aumentos en los anteojos?”.
Hablando de gafas, Pedro Troglio en la previa lució unas intelectuales que evocaron al viejo maestro Griguol -cordobés de cuna-.
La ciudad no tuvo el clima del penúltimo día de diciembre de 1984, la forma de vida hoy es incomparable a los albores del retorno de la democracia. Pero los sentimientos fueron moviendo de la silla a los que incluso esperaron este partido con el verso en los labios de que “a esta altura esto no me mueve un pelo”. Aquellos que vieron al Lobo de Pedernera en el ’62, a la Barredora del ’70, a los equipos del Viejo en los ‘90… terminaron agradeciendo a éste de Pedro por un día más que especial.
El ensenadense Néstor Flamini, integrante de la “Curell” (la primogénita de las Filiales, que empezó en el ‘66 cuando se inauguró), allá en Córdoba quizás no estuvo pendiente de que el arquero rival haya debutado en Cambaceres, el club de su ciudad. Sí, Néstor, Julio César Chiarini surgió en el Rojo en tiempos de la B Metro, hace diez años, pero qué te va a importar hermano… si estás buscando a alguien que no te haga desmayar.
El desahogo salió de esas bocas dos veces, pero mucho más cuando salió el gutural grito de(alquien quiso decir campeón, y técnicamente se puede) “¡ascendimos, al fin Dios!”
Eugenia, de barrio Norte, feliz como en un viaje de fin de curso, allá lloraba en las alturas de ese estadio oval, adonde fue con su religión y agradecía a “mi papá que me regaló el pasaje”.
Más de 30 micros, otra postal que no se apreció por TV, rodeando el barrio Chateau Carreras, reformado con techito para la Copa América 2011.
Las infaltables banderas de Paulo, Los Grandolio, Plaza Rocha, Parque San Martín, Gonnet, Plaza España, Ensenada y Berisso... De la ciudad del nuevo milagro de Ricardo Rezza, donde tantos Tripas se criaron en la populosa Nueva York, cercana al Armour y Swift que dio origen al apodo de “Triperos”. De allí es Marcelo Jones, que sintió una caricia al corazón: “arriba Gimnasia, negro”, siempre se vuelve de los malos momentos.
En todo el país estallaron los de la franja azul, como el loco Emiliano Torresani en Mar del Plata, donde ataja en el Club Nación (que tiene los colores de Gimnasia). En el exterior, Islas Margaritas (Venezuela) Geraldo Bauer dejó de escribir una novela y le metió al teclado “¡vamos Lobo todavía!”.
En el cartel electrónico, apenas finalizó el match el referí Argañaraz, se mostró a todo el público un texto tan fugaz como emotivo “La 22 saluda al cuerpo técnico y a los jugadores”, fue un flash de los que jerarquizan un espectáculo internacional…
Córdoba fue un paraíso donde el clima estuvo ideal, y la ciudad imprevistamente organizó una movida que alteró el horario comercial, y donde las gastadas se cruzaron entre los amigos por el clásico que se vendrá.
En las profundidades del fútbol, en esas canchas donde no hay tribunas y se van gestando estos sueños hechos realidad, hubo una vez un muchacho que le hacía reportajes a estos jugadores que van en andas y se abrazan con el que pase primero… El ángel de Alejandro Díaz (el creador de Inferiores Platenses) estuvo sobrevolando en Córdoba, entre tantos grabadores, pasó un soplo de satisfacción que hacía dar vueltas sin saber por qué al Monito Monetti, al Pelado Mussis, al Loco Piarrou, al Caco García, al Flaquito Fernández, al Toti Chavez… Jugadores de la ciudad, jugadores de Gimnasia, del Gimnasia que Alejandro sigue amando.
El hincha que también gusta de los números
Los amantes de la estadística, fueron a los datos: 1915 el primer ascenso; en 1944 Gimnasia se hizo dueño del torneo “Segunda de Ascenso”, festejando en 57 y 1. En el año ’43 descendió en cancha de Boca.
Pero se vuelve a ir pronto, en 1945, y en 1946 peleó pero llegó segundo a 14 puntos de Banfield -el ascendido-. En la segunda intentona, en 1947, otra campaña grandísima finaliza curiosamente en cancha de Estudiantes (ver revista especial) y asciende allí, tres fechas antes (igual que esta temporada 2013).
Por poco no lo agarró otro bajón al año de volver. Pasó que en 1948 se iba al estar último, pero la famosa huelga de jugadores (el éxodo a Colombia) hizo que los equipos sigan jugando con las reservas y la AFA suspendió los descensos.
Pero la mala volvió en 1951, con la segunda pérdida de categoría. La que se remendó en 1952, siendo campeón por un punto: GELP 51, segundo Tigre 50. El día de la celebración fue en 60 y 118, última fecha, ante Colón de Santa Fe, con goleada 4 a 1.
En el ’79 se jugó un Cuadrangular con Platense, Atlanta y Chacarita, donde no pudo escaparse (se iban tres y sólo zafó el “Calamar”). Tuvo que contar cuatro años (’80, ’81, ’82 y ’83) para volver y eso sucedió el 30 de diciembre de 1984, en dos finales ante Racing, de un Octogonal que está en las retinas.
