Por Daniel Profe Córdoba
La realidad no es ni buena ni mala, es solo una realidad y no tiene remedio
Lo ocurrido desde hace un mes y medio tanto en Estudiantes como en Gimnasia es un fiel reflejo de que no todo está dicho, definido o preestablecido en el fútbol. Se terminaron los fantasmas y se acabaron las ilusiones de los más humildes.
Por Daniel Profe Córdoba
La realidad de Estudiantes y Gimnasia es la que toca vivir. No es ni buena ni mala. Es simplemente la realidad y no tiene remedio.
Es real que Gimnasia y Esgrima de La Plata, por un penal atajado, haya pasado de zafar del descenso a jugar un clásico semifinal en el Bosque.
Como así también es cierto que Estudiantes, a pesar de tener conflictos internos y externos, y a pesar de haber perdido siete partidos en el torneo, y a pesar de haber clasificado solo por un gol, y a pesar de ir perdiendo hasta el minuto 94 la final, termina siendo el campeón.
Ya le había sucedido algo parecido en un partido definitorio con Vélez, en donde fue el Pincha fue netamente superado y termina ganando el partido por penales. También le pasó con Boca, en donde iba perdiendo justamente y era superado; hasta que una brutalidad del jugador Lema le permite empatar de penal y encima quedar con un jugador más.
Al no saber explotarlo, otra vez gana por tiros desde los 12 pasos haciendo héroe a un arquero del cual no dudo en desprenderse.
Tanto en una como en otra circunstancia el equipo pincharrata gozó tener a la suerte de su lado. También de tener “el movicom de Dios” que un extécnico de Boca le debe haber prestado a su yerno. Y también al destino a su favor.
Debería haber descendido en 1964 y safó. Debió haber quedado eliminado de la Libertadores de 1968 y una salvadora “chilena” en el arco de calle 55 de Rodolfo Fucenecco sobre la línea de gol lo salva de ser eliminado. Y así, en varios momentos cruciales.
Se le juntan porque si. Don Mariano Mangano y su brillante directiva más don Miguel Ubaldo Ignomiriello más luego don Osvaldo Juan Zubeldia. ¿A cuántos clubes se le juntan tres adelantados al mismo tiempo? Que yo recuerde, a nadie más.
Estos son los grandes forjadores del fútbol de este club. Después del 1970 lo que vino solo aporto algo. Comparado con los mencionados, casi nada.
Si la historia la escriben los que ganan; entonces seguro hay otra historia. Solo hay que comenzarla a escribirla. Y esta frase se sabe muy bien a quien va dirigida.
