Mal momento para perder el invicto y el primer gran “sorpresón” del Mundial

Arabia tuvo una ráfaga de efectividad en el partido y después se dedicó a hacer tiempo. Argentina no pudo reaccionar y, a pesar de jugar mejor en el primer tiempo, se quedó sin nada.

Por Daniel “Profe” Córdoba

Tercer día del Mundial 2022. Debut argentino. Sin sorpresas en su formación ni en la forma de pararse en el campo. De acuerdo a lo esperado: un arquero, cuatro defensores, un centro medio de quite, uno de ida y vuelta, dos mediocampistas por fuera, un media punta y un delantero neto. Táctica y estratégicamente se eligió para apretar dé 1/4 de cancha hacia el propio arco, haciéndose un equipo corto del medio hacia el arco de Martínez.

Arabia eligió casi lo mismo en cuando a sistema de juego. Usó un 4-4-2, pero atención, con esta gran diferencia. Salió con sus cuatro defensas a pararlos en línea y cerca de la mitad del campo. Eso exige sí o sí presionar al lanzador argentino. No lo hizo, pero igual su método funcionó. Delanteros ­nuestros caían una y otra vez en offside.

Ganó el primer tiempo Argentina. Fue algo justo. Durísimo partido donde se golpearon mutuamente y mucho. El penal de Messi que le dio la ventaja a la Argentina no fue cobrado a favor de Inglaterra contra Maguire el día anterior ante idéntica falta.

Arabia hasta el área Argentina jugaba bien. Ahí moría. En los Blanquicelestes no deberían los delanteros picar tanto en línea recta y hacerlo curvilíneamente o, directamente salir hacia arco propio y que piquen marcadores laterales o mediocampistas.

En el segundo tiempo Arabia salió a tope. Parado en el campo de igual forma; empató a los tres minutos con un muy buen gol. Y si fuera poco, con un verdadero golazo de su número 10 pasó adelante en el marcador. Arabia 2-1 Argentina y sorpresa para todos. No para mí, después del primer tiempo árabe que vi.

La Argentina cambió: a los 15 minutos Scaloni metió tres cambios y entraron Lisandro Martínez, Enzo Fernández y Julián Álvarez. La Selección pasó a jugar 4-2-1-3, ubicando a Messi por detrás de Lautaro y con Di María y Álvarez por las bandas. Messi tenía que frotar la lámpara o se iba a complicar. Luego entró Acuña y salió Tagliafico.

Arabia seguía muy dinámico, muy potente, muy duro. Solo por su derecha tenía problemas.

Rostros argentos en la tribuna denotaban mucha frialdad. En sus jugadores, decepción.

Arabia hizo tiempo como Camerún en 1990. Solo Di María ganaba faltas. Ya iban 90 minutos y pasando. Se agregaron ocho más.  Sobre el final, un brutal choque entre el arquero árabe y su marcador lateral izquierdo.

Primer sorpresón del Mundial. Mal momento para perder un largo invicto de la Selección Argentina.

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