Copa libertadores
Pipino y el Bosque...
A cuatro días de un nuevo clásico en 60 y 118, el jugador que estuvo presente en la última victoria del Lobo ante el Pincha se entrenó con Everton de Chile, el rival de Estudiantes en la jornada de hoy por Copa Libertadores. Relato en primera persona y un recuerdo con un partido que reúne vigencia y actualidad.
Cada vez falta menos para una nueva edición del clásico platense, que se disputará nuevamente en 60 y 118. Juan Cuevas, el jugador que estuvo presente en la última victoria del Lobo ante el Pincha en el Bosque, se entrenó con Everton de Chile, el rival de Estudiantes en la jornada de hoy por Copa Libertadores. Relato en primera persona y un recuerdo con un partido que mezcla vigencia y actualidad.
En exclusiva con diario Hoy, Pipino recordó aquella victoria de Gimnasia sobre Estudiantes el 3 de febrero del 2010, donde sentenció el 3-1 que quedó en la retina de los clásicos por muchos condimentos. En principio, porque era la vuelta del clásico al Bosque tras 5 años donde se habían jugado exclusivamente en el estadio Diego Armando Maradona. Después, porque el Lobo era un equipo que estaba en la lucha por evitar el descenso, esa temporada terminó ganando la segunda promoción contra Rafaela, mientras que el Pincha había quedado a un paso de volver a la gloria máxima unos meses atrás, cuando perdió la final del Mundial de Clubes contra el Barcelona.
En este sentido, Cuevas señaló: “Me acuerdo que ese partido fue el regreso a 60 y 118 después de mucho tiempo en 25 y 32. Hacía bastante no le ganábamos a Estudiantes pero estábamos convencidos de que ese partido, en nuestra cancha y con nuestra gente, íbamos a lograr la victoria”.
El encuentro fue muy trabado a pesar de la ventaja de dos goles que consiguió el Lobo al final del primer tiempo y sobre la mitad del segundo: “Los goles de Denis (Stracqualursi) en el final del primer tiempo y pasada la media hora del segundo fueron claves para mantener la confianza. Cuando Estudiantes descontó y se nos venía, aparecieron los fantasmas en la cabeza de que se nos podía escapar”, afirmó. Tras el descuento de Juan Sebastián Verón, el León puso en aprietos al Lobo hasta que apareció Pipino: “Me tocó entrar unos minutos así que los aproveché al máximo. En la jugada del gol, le marqué el pase a Luli (Aued) y por más que se iba larga, la corrí hasta el final. Orión le erra a la patada y me queda para darle con la derecha (risas), le pegué con miedo pero por suerte entró”, contó.
Sobre lo que fue el festejo tras el gol y el pitido final, el delantero expresó: “Fue un desahogo total porque les volvimos a ganar después de mucho tiempo. El festejo con la gente y en el Bosque fue algo imposible de comparar”. Además, el actual jugador del Everton de Chile dejó su apoyo a Gimnasia: “Este domingo voy a estar viendo el partido como un hincha más, gritando y alentando al equipo. Ojalá podamos conseguir el triunfo”.