“Que jueguen con el corazón y por amor a los colores, como hizo Everton”

El Decano y ADIP, dos “grupos de amigos” que se asemejan en costumbres y hacen ruido en las categorías del Ascenso. Si el Naranja gana el domingo, podría jugar el próximo Federal B con el equipo auriazul, que logró el pase en 2013

La experiencia y la juventud se hicieron presentes ayer en la redacción este medio, con la visita de dos jugadores de estirpe amateurista: Pablo Ferretti, el “9” que empezó a despuntar el vicio de Everton en 1998, y Jerónimo Casas, el “7” de un ADIP al que esta semana le cuesta dormir, a la espera del último rival en el Federal C, Atlético Baradero. 

El Mono Ferretti, con 37 años, conoció ayer al pibe de 23, que viene siendo revelación en la Liga. “Es muy meritorio que haya llegado a un equipo totalmente amateur. Se asemeja mucho a lo que hicimos en 2013 con un grupo de amigos. Les diría que jueguen con el corazón y por amor a los colores, como hizo Everton”, indicó.

Jero, que esta semana estuvo más aliviado con los estudios (cursa el cuarto año de la carrera de Comunicación Social), reconoció que “ese sentido de pertenencia es lo que se respira en ADIP. Si llegamos hasta acá es porque queremos estar más arriba, pero dependerá de la parte dirigencial, de encontrar el dinero para afrontar el B”.

Ferretti confesó que no va a ver a otros equipos y tampoco irá a Villa Castells para el partido que se jugará desde las 15: “Hay compañeros que fueron a la semifinal con CRIBA, sobre todo porque se cruzaron en nuestra cancha. Dicen que fue una excelente remontada y no fue sorpresa”.

Casas llegó a vestir la Naranja en Prenovena y se asombra del sacrificio puertas adentro. “De los grandes del plantel, hay quienes trabajan doce horas y después vienen a entrenar, como el caso de Francisco Mendicino, el Chino Abolio, el Oso Vega, el Tano Burgos y Gerónimo Croce”. 

¿Hay cábalas?

Los rituales en el fútbol no faltan. “Hay muchos cabuleros en ADIP. No tanto por Jorge (Casanueva, el DT), sino más bien por los jugadores mismos. Para mí no es tan así, creo más en lo que pasa dentro de una cancha. Pero andá a moverle un bidón al ayudante Pomo, ¡se te arma un lío!”.

Ferretti, nacido en 1979, es uno de los que cree en esos códigos a muerte y por eso se puso firme en la postura de no desear suerte ni nada por el estilo. Disfruta y sufre esos colores auriazules, que los toma como parte de su cuerpo. Ahora está en condiciones de decir: “En diciembre quiero terminar el Federal 2017 de la mejor forma, veré cómo me trata el cuerpo, pero se viene el final”. Ya jugó cuatro torneos de este importante certamen con el cual sueña ADIP. “Salvo el primero, cuando nos dieron el bautismo con dos empates y siete perdidos en primera ronda, después nos recompusimos e hicimos un campañón. En todos los torneos quedamos a un puesto de clasificar y seguir peleando por un Federal A”. Para el goleador nacido en 1995, “jugar partidos de ida y vuelta, algo que no se acostumbra en la Liga, con viajes y hasta con una concentración, te hace vivir el fútbol con tanto interés que descuidás otras cosas”.

A cuatro años de la definición entre el Decano y Camioneros

Hoy se cumplen cuatro años de aquella final de ida entre Camioneros y Everton, disputada en la cancha de Flandria. Los Verdolagas del gremio sacaron dos goles de ventaja en el primer tiempo, hasta que apareció Pablo Ferretti y les avisó que nada estaba definido: 1-2. Faltaba la revancha, que se la llevó Camioneros en el Estadio Único: 2 a 0.

Después, el Repechaje por un ascenso más le dio la posibilidad al Decano de ascender jugando de visitante, en un torneo que nunca olvidará, por ser del Consejo Federal, ente autónomo de la AFA que rige el fútbol de las ligas de todas las provincias.

 

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