Rinaudo se acomodó como volante y Dibble tuvo un debut que asoma esperanzador

Fito arrancó desorientado en el puesto de líbero, pero fue de lo poco para destacar cuando pasó a su posición de mediocampista. El uruguayo, en tanto, mostró cosas interesantes

Pocas cosas para destacar tuvo Gimnasia en su paso por Santa Fe, donde dejó una pálida imagen ante un Unión que se quedó con los tres puntos porque aprovechó una desatención de la defensa.

En esa última línea, que empezó con tres defensores, teniendo a Fabián Rinaudo nuevamente como líbero, el Lobo volvió a mostrar dudas y poca solidez. Para colmo, el gol del Tatengue llegó por una serie de errores: primero Manuel Guanini y Ezequiel Bonifacio salieron mal a doblar la marca; luego Fito se mostró displicente para rechazar y, por último, Omar Alderete durmió en el despeje, por lo que Franco Soldano cabeceó en el área chica.

El sistema 3-4-1-2 no evidenció el buen rendimiento de mitad de cancha hacia delante que se había visto ante Defensa y Justicia y el equipo tampoco pudo ser protagonista desde la tenencia. Incluso, las falencias del debut volvieron a aparecer en escena, lo que obligó al entrenador a cambiar sobre la marcha.

Fito, de volante central

Más allá de la intención de salir jugando permanentemente desde el fondo, una vez más la posición de Rinaudo como líbero no cumplió las expectativas, ni desde lo defensivo ni como el pase preciso para Lorenzo Faravelli o Nicolás Colazo.

Es por ello que lo mejor de Fito se vio cuando el esquema varió a un 4-3-3 y el nacido en Armstrong pasó a la mitad de la cancha (su puesto natural), donde anticipó, recuperó pelotas y pudo trasladar el esférico para acompañar al equipo en la búsqueda del empate. Asimismo, tuvo un pase más certero, arriesgando con mayor confianza y siendo más claro a la hora de distribuir.

El charrúa le dio otro aire

A los 17 minutos del complemento, y luego de haber tenido actividad contra Villa San Carlos en un amistoso, Nicolás Dibble tuvo su bautismo oficial en Gimnasia. El uruguayo entró con la número 30 en la espalda y, en la primera acción, casi comete un penal.

De todos modos, se fue acomodando por derecha y cada vez que recibió y pudo encarar generó cierto riesgo, aunque no logró conectarse con los hombres de ataque. No obstante, su velocidad y habilidad asoman como una alternativa esperanzadora.

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