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Romero es gigante y Boca jugará otra final
El Xeneize eliminó al Palmeiras y jugará la final de la Copa Libertadores de América el 4 de noviembre contra Fluminense. El partido terminó 1 a 1 y el arquero Sergio Romero fue clave para mantener el empate durante los 90 minutos y después atajó dos penales en la definición.
Un sueño chiquito que se hizo grande. Con otra actuación descollante de Sergio “Chiquito” Romero, Boca eliminó al Palmeiras por penales tras igualar 1-1 en los 90 minutos y se clasificó a una nueva final de la Copa Libertadores de América. El próximo 4 de noviembre en el estadio Maracaná de Río de Janeiro irá en busca de la séptima frente al Fluminense de Brasil. El Xeneize igualó 1-1 en la serie luego de los goles de Edinson Cavani y Joaquín Piquerez y venció 4-2 al Verdao desde los 12 pasos: Chiquito Romero atajó dos remates.
En un Allianz Parque con más de 55 mil personas, los locales comenzaron manejando la pelota desde los pies de Raphael Veiga, la manija del equipo de San Pablo. Si bien dominó los primeros instantes, no llegó con peligro al área de Sergio Romero y se repitió en centros cruzados, devueltos una y otra vez por Nicolás Figal y
Marcos Rojo. El equipo de Jorge Almirón se plantó bien y empezó a animarse de a poco, con las subidas de Valentín Barco y desde el eje del mediocampo con Pol Fernández y Ezequiel Fernández.
A los 22, tras un pelotazo largo desde el campo de Boca, el uruguayo Miguel Merentiel peleó una pelota contra el lateral izquierdo. Tras dormir al paraguayo Gustavo Gómez, metió una tremenda corrida y, luego de ingresar en el área paralelo a la línea final, sacó un centro fuerte que Cavani solo tuvo que empujar para poner el 1 a 0.
Ya en la segunda parte, el entrenador Abel Ferreira mandó a la cancha a la joya de 17 años Endrick. El delantero comprado por Real Madrid le dio más movildiad al ataque y se volvió un dolor de cabeza para la defensa azul y oro. De a poco, comenzó arrinconar a Boca y Chiquito Romero empezó a transformarse en figura luego de dos disparos salvados, primero a Mayke y luego un cabezazo de Rony.
De tanto ir, el equipo brasileño tuvo recompensa. Primero a los 65, con la expulsión de Rojo, que había sido amonestado minutos antes, al cometer una fuerte infracción por llegar a destiempo y fue expulsado. Y a los 72, el lateral Piquerez recibió solo fuera del área y, casi sin marca, sacó un tremendo zurdazo que venció las manos de Romero y decretó el 1 a 1. Ya en los penales, otra vez Chiquito se hizo grande, atajó dos y le dio el pase a la final al Xeneize.
A 16 años de la última Libertadores, ahora Boca buscará la ansiada séptima ante Fluminense, en la definición del próximo 4 de noviembre en el Maracaná. De coronarse en Río de Janeiro, igualará a Independiente como el máximo ganador del torneo.