“Si me dan un auto para correr, vuelvo al TC”

Con presente en la política, pero vigente en el recuerdo de cualquier amante del deporte, Marcos Di Palma es un personaje popular que despierta comentarios dentro y afuera de las pistas.

Mucho más delgado de lo habitual, “el Loco” asegura que se está entrenando “para volver a correr” y que la ciudad de La Plata le trae hermosos recuerdos.

En su visita a la ciudad, el carismático piloto atendió a El Clásico en el estadio Ciudad de La Plata y dejó abierta la puerta para regresar a las competencias en el 2021. “Me estoy entrenando para eso. Si me dan un auto vuelvo al TC”, sostuvo desafiando el paso del tiempo.

—¿Qué significa la ciudad de La Plata y qué recuerdos tenés de la ciudad?

—Tengo hermosos recuerdos de las carreras que siempre protagonicé aquí. Gané tres carreras de TC y quedó para como un recuerdo hermoso de la categoría la pasada de Acuña que hice en el Mouras.

—¿Es mejor el TC de ahora o el de hace algunos años cuando corrías vos?

—Se cambió… (risas)

—Se perdió esa esencia de la rivalidad entre Ford y Chevrolet con tantos equipos que entraron ahora?

—El TC, antes, se asemejaba más al asado, a los amigos, al estar del otro lado del alambre viendo las carreras y pasar todo un fin de semana acampando para seguir las carreras y los corredores. Se perdió el contacto con la gente. Los pilotos de hoy se han alejado de la gente. Eso a mí no me gusta.

—¿Extrañás correr?

—Sí, se extraña mucho. Se extraña la carrera final…

—¿Y qué vas a hacer con eso?

—Y me estoy preparando para volver. Bajé de peso y voy a volver…

—¿Y en qué categoría te gustaría volver?

—En el Turismo Carretera. ¿En qué otra categoría voy a volver…?

—¿En Chevrolet?

—Si me dan un auto vuelvo. Con el que me dé un auto para correr vuelvo…

—¿Qué sabor te está dejando la política?

—Este un año duro. Yo asumí como diputado en 2017 y vivimos una epidemia macrista que llegó antes que la pandemia del coronavirus. Gracias a Dios esta pandemia llegó con un gobierno peronista porque de lo contrario hubiese sido mucho peor.

—¿Lo conocés a Macri?

—Sí, y sé como piensa. Después de la epidemia macrista vino la pandemia mundial. A Mauricio le importan poco la gente de abajo y los trabajadores.