Troglio no se va y confía en salir adelante
Visiblemente golpeado por la derrota, y fastidioso por lo que ocurrió con su familia en la zona de plateas y el vestuario, Pedro Troglio suspendió la habitual conferencia de prensa y se retiró de estadio del Bosque sin hacer declaraciones, lo que motivó una serie de rumores que aseguraban su inminente renuncia al cargo. Sin embargo, nada de esto ocurrió.
Las sospechas de una posible salida se potenciaron por la bronca que le generó observar que sus hijos se vieran involucrados en una situación desagradable, los insultos de un grupo minúsculo de hinchas que se aglomeraron en la puerta de los camarines y, además, el hecho de que se haya ido de la cancha en el auto del Coordinador de Fútbol, Eduardo Rimaro, y no en su camioneta particular como sí lo hizo su familia.
Ya más tranquilo, y en su domicilio, el técnico, que nunca amagó a renunciar en el vestuario (a sus colaboradores sólo les comentó fracciones del partido y confirmó el horario de la práctica de hoy a las 9.30) cruzó una serie de llamados telefónicos con la dirigencia que, en pos de bajarle los decibeles al enojo, le garantizó la tranquilidad para que desarrolle su trabajo.
Aunque en el transcurso de la tarde noche medios capitalinos daban cuenta de un posible alejamiento, fuentes cercanas al entrenador le aseguraron a este medio que “más allá del enojo, el fastidio y la bronca por el resultado y lo que ocurrió con sus hijos, no se va. No piensa en renunciar. Quiere sacar esto adelante y revertir la situación”.
Entrada la noche, y luego de transitar una jornada caliente y repleta de rumores, Troglio se contactó con los directivos con los que tiene trato a diario y le garantizó que hoy iba a estar presente en Abasto para dirigir la práctica y comenzar a planificar el choque del viernes próximo a las 18 frente a Huracán en Parque de los Patricios.