Un partido increíble

Por planteos y circunstancias que se fueron presentando en el juego, los dos equipos no supieron cómo aprovechar las situaciones que tuvieron y por obra del destino no se marcaron goles a lo largo de los 90 minutos, a pesar de que se intentó buscar.

Así fue el arranque...

A diferencia de lo que había ocurrido en el partido contra Independiente, Estudiantes comenzó el encuentro de ayer con un dibujo táctico 4-4-1-1, con Ré, Shunke, Desábato e Iberbia en la defensa; Gelabert, Braña, Martínez y Jara en la mitad de la cancha; Auzqui más adelantado jugando por todo el frente de ataque, detrás de Duván Zapata. 

... y así terminó

Con los cambios que fue introduciendo el entrenador, el sistema pasó a ser 4-4-2 en el segundo tiempo, con Ré, Shunke, Desábato e Iberbia en la defensa; Gelabert, Braña, Benítez y Núñez en la mitad de la cancha; y Carrillo y Zapata bien definidos como delanteros.

Por lo menos, así lo veo yo

Por el Profe Córdoba

Estudiantes y Lanús jugaron un partido de circunstancias increíbles. La primera es que Estudiantes volvió a cambiar su sistema táctico y pasó a jugar del 4-1-4-1 al 4-4-1-1. Más increíble aún es lo de Lanús, ya que, estando en la punta del campeonato, de local y sabiendo que enfrentaba a un equipo que solamente pretendía esperar y contraatacar, desde el inicio no planteó algo más ofensivo y también entró al campo con un sistema 4-4-2. Lo lógico era de pensar: “Señores soy local, he llegado a la punta, quedando nueve puntos, vamos a tratar de rozar el partido desde el inicio, colocando un delantero más o algo que implique mayor capacidad de gol o mayor capacidad de llegada”. Eso no pasó. 

Otra cosa increíble se dio cuando durante los primeros 25 minutos en donde cualquier equipo que pelea el torneo busca arroyar al rival y a pesar de que Estudiantes cedió campo y pelota, eso no sucedió. 

Lanús tuvo todo, campo y pelota y en ningún momento tuvo esa actitud arrolladora que su posición en la tabla exigen. Tan es así que la situación más clara la tuvo Estudiantes cuando Goltz le sacó un remate a Jara en la línea. 

En el segundo tiempo siguieron las cosas increíbles, porque durante el primer tiempo se veía que por el sector izquierdo de Estudiantes era la zona más floja en el planteo defensivo. Porque por ese lugar se recostaba Romero, Pizarro y también subía el lateral izquierdo Velázquez. Entonces constantemente como en el primer tiempo fue un sitio de constante zozobra para Estudiantes que Lanús no supo explotar. Pero además si ya de por sí esa zona estaba cargada de jugadores que hacían difícil la tarea de Iberbia, este jugador tenía amarilla y lo condicionaba aún más. Lo increíbles es que no se haya producido la salida de Iberbia y pasar a Ré a ese sector colocando a otro lateral derecho y que no se refuerce la zona delante de Iberbia. Tan es así que todas las situaciones de riesgo vinieron por lanzamientos de ese lugar o por córners de esa esquina. 

Otra cosa increíble es que Lanús a medida que pasaba el tiempo no producía nada y no hechó mano al banco por lo menos desde los 15 minutos del segundo tiempo además de Váleri para jugarse la vida con una línea de tres, esté trabajada, o no. Sin embargo, Castillejos terminó entrando cuando faltaban cuatro minutos.

Increíblemente y cómodamente Estudiantes se llevó un punto y Lanús dejó en el camino la posibilidad de campeonar de una manera excesivamente tranquila. Bastó con la jerarquía y la firmeza de Desábato y lo que transmitió, transmite y transmitirá el Chapu Braña. Con eso solo, Estudiantes, de visitante, lo dejó casi fuera de la pelea. 

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