Una dupla de centrales que toma confianza

Maximiliano Coronel y Sebastián Gorga fueron los puntos más altos de un equipo que defendió más de lo que generó. Desde que juegan juntos, el Lobo no perdió ni tampoco recibió goles 

Una de las principales características de los equipos de Gustavo Alfaro es que se arman de atrás hacia adelante. Priorizan y toman como disparador para elaborar una estrategia o sistema táctico mantener el orden, achicar los espacios y, sobre todo, mostrarse sólidos defensivamente. 

En este aspecto, el hombre con mayor injerencia para que el equipo ofreciera, en los últimos tres partidos, muchas luces en el sector defensivo ha sido Maximiliano Coronel. 

El marcador central, que surgió en las divisiones formativas de River, estuvo ausente en los partidos ante Rafaela (0 a 1), Arsenal (2 a 2), Estudiantes (0 a 0)  y Newell’s en Rosario (0 a 1) por haber sido operado de la ruptura de los meniscos de la pierna izquierda, y el equipo lo notó. 

Cada día más aplomado, y entendiéndose mejor con el uruguayo Sebastián Gorga, su compañero de zaga, Gimnasia creció en solidez, ya que recuperó la titularidad en el triunfo 1 a 0 ante Racing por la Copa Argentina, continuó entre los once en la victoria por la mínima diferencia  frente a Huracán en el Bosque y también formó parte, siendo la figura,  en la igualdad de ayer en Avellaneda. En resumidas cuentas, desde que volvió, el Lobo no perdió ni recibió goles. 

Detrás de las figuras de Coronel y Gorga, emerge como bastión principal para la racha, que ya alcanza 285 minutos sin que le conviertan goles (el último tanto recibido fue en Rosario ante Newell’s), la actuación de Alexis Martín Arias. El guardameta albiazul no mostró fisuras, hizo simple lo difícil y resolvió con aplomo las veces que lo llamaron a intervenir. 

Incansable Chirola Romero en la mitad de cancha, Perdomo e Imperiale acompañaron, sobre todo en la función de achicar espacios para las subidas de los laterales, y marcar. 

En la faz ofensiva estuvieron los puntos más flojos. Con excepción de algunas corridas de Franco Niell, ni Ramiro Carrera (volvió a sentirse incómodo en la posición que jugó), ni Ibáñez ni Mazzola, cuando le tocó ingresar en el complemento, lograron desequilibrar  y llevar peligro al arco de Independiente.