Uruguay sacó pecho y dio un salto de calidad para ganar la Copa
Eliminó a Brasil por penales luego de empatar 0 a 0 en Las Vegas. Ahora, la Celeste de Bielsa se medirá contra Colombia para buscar jugar el partido definitorio del certamen.
Con hambre de gloria. Con ganas acumuladas de hace muchos años. Con la necesidad y el empuje de un pueblo sufrido que necesita y se merece volver a festejar. Y sobre todo, con la sabiduría de un técnico que biológicamente hasta podría ser el padre o hasta el abuelo de algunos de los jugadores de la renovada Selección uruguaya que anoche dio un paso importante hacia la obtención de la Copa América.
Dicen que lo que pasa en Las Vegas queda en Las Vegas...
Así deberá entenderlo Brasil, que terminó el partido mejor de lo que empezó, pero que volvió a fallar en la definición por penales, tal cual había ocurrido hace casi dos años, también en los cuartos de final, pero del Mundial de Catar contra Croacia.
Los equipos sudamericanos terminaron empatando 0 a 0 en el último partido de los cuartos de la Copa América de Estados Unidos, pero la Celeste clasificó al imponerse 4 a 2 en la tanda de penales.
Uruguay arrancó con todo. Fue una ráfaga en los primeros 15 minutos, en los que logró sacarle la pelota a su adversario y llegar por afuera con la velocidad de los extremos.
Brasil se vio sorprendido y sintió la ausencia de Vinicius.
Los otros jugadores no volcaron la misma frescura y sorpresa para desequilibrar y encima los defensores charrúas defendían su campo como los nativos ante la invasión española tiempos ante del virreinato.
Nuca mejor vista la garra charrúa para amedrentar los intentos de Rapinha o Rodrigo, que por momentos fueron muy bien tomados y en otra parte del partido parecían jugar a otro ritmo más lento que los uruguayos.
Recién en la parte final del primer tiempo Brasil logró incomodar al arquero del equipo de Bielsa quien tuvo que destacarse para sacarle el gol al delantero del Barcelona cuando llegó solo a definir después de una asistencia larga.
Uruguay arrancó mejor, pero ante la lesión de su lateral derecho Araujo, perdió confianza y dejó agrandar a su rival.
En la parte final un Brasil timorato se las ingenió para inclinar levemente la cancha a su favor. La carta de peligro siempre Raphinha, pero al mismo tiempo resultó insuficiente.
El joven Endryck, al que alguno se animó a comprar con Maradona por algunos facciones de su rostro, se quedó en promesa y Rodrygo va en camino a imitar a Nerymar en el futuro: amaga con ser un crack, pero se cae como una pluma cuando apenas lo rosan.
Ni siquiera la expulsión de Nandez por un planchazo al 10 brasileño le permitió a Brasil ganar el partido en los últimos minutos del partido.
El arquero uruguayo Rochet fue tan bueno durante los 90 minutos como en la definición por penales y el equipo de Bielsa sigue adelante en la Copa.
Brasil, otra vez a casa...