¿Y ahora Brasil?… ¡decime qué se siente!
Por Juan Pablo Ferrari
Nos les gusta nada… cada vez menos. Argentina avanza en el Mundial y ya ni siquiera el más fanático de Atlético Mineiro se anima a sostener que le desea el bien al equipo de Alejandro Sabella.
Brasil está preocupado. Se siente en el ambiente. El sueño de enfrentar a Argentina en una final empieza a transformarse en temor por pasar otro papelón como el del Mundial del ’50. Encima se lesionó Neymar, quien llegó con todos los pergaminos para desplazar a Messi en el reinado del fútbol mundial y abandonó la Copa en las penumbras.
La silbatina que se escuchó en el estadio de Brasilia, sumado a la impotencia de sentir que la hinchada argentina es la única en condiciones de sentirse local en su propio país, llevó a los torcedores a tomar mucho recelo ante una hipotética final.
“Argentino… hoy se vuelven a casa”, le adelantó un funcionario del Mané Garrincha al periodista de este medio que buscaba acceder al pasillo 401 del palco de prensa. “El único que ya botó a casa fue Neymar…”, se escuchó como respuesta, encontrando un silencio asombroso que resumía la dolorosa realidad.
Brasil se había retemplado cuando eliminó a Chile por penales. Pero sufrió un golpe durísimo al perder a su principal figura, a la cual se le sumará el capitán Thiago Silva para enfrentar nada menos que a Alemania.
El destino nos abre el paso. Hay que saberlo aprovechar.
