25 años de Libertinaje, el disco que lanzó al estrellato a Bersuit
La banda de Gustavo Cordera y compañía editaron en 1998 un disco bisagra para la agrupación. Diario Hoy recuerda aquel trabajo que marcó los últimos años del siglo pasado.
Hace un tiempo no tan lejano, no otra era sino tan solo algunos años atrás, las canciones sonaban en la radio y era allí donde se marcaba la pauta y la tendencia de la rotación de determinada canción. Hoy se mide en escuchas o views. Pues bien, en 1998 hubo algunas canciones de una banda argentina que sonaron, literalmente, en todos lados.
Bersuit Vergarabat llevaba años agitando el under rockero y estaba en una suerte de limbo, entre la desintegración y disfrutando un poco el buen recibimiento que había tenido su disco Don Leopardo, de 1996. “Desde el 92 prácticamente empezamos a caer en un ostracismo por parte de los medios, debido a que estábamos sin compañía y no conseguíamos nota y comenzaron a olvidarse de la banda. Solo la gente venía a vernos, y eso nos mantuvo vivos durante un montón de tiempo. Cuando sacamos el disco, no creíamos que esa iba a ser la venta”, decía Gustavo Cordera en una entrevista de esa época.
Siempre al borde de excesos y shows en vivo que no terminaban de convencer y que a veces se iban de las manos. En uno de esos shows fue que los vio Gustavo Santaolalla, músico que en esa época estaba realizando un reconocido trabajo como productor. Le gustaron algunas canciones y la banda pero lo desbordó el caos. En la revista Rolling Stone en 2018, él recordaría: “Yo había escuchado un par de discos que no me habían gustado, me parecían composiciones que no iban a ningún lado. Después fui a verlos. Cuando los vi no me gustó nada la banda, pero no me fui al primer tema. Vi un rato y me fui”. Y fue hacia 1997 que Bersuit le hizo llegar un demo que gustó y a partir de allí empezaron a trabajar juntos en el nuevo disco: Libertinaje. Trabajo que los pondría por un largo tiempo en el top y en la primera plana de la escena del rock argentino.
Bersuit Vergarabat es una banda conformada por muchos integrantes que encontraba en Gustavo Cordera, Juan Subirá, Oscar Righi y Pepe Céspedes algunas de las cabezas del proyecto. El estilo era a la usanza de los Decadentes: muchos integrantes, rock, fiesta. Desenfreno. Por momentos, demasiado. Su música se caracterizaba en esa época por una mezcla de estilos que iban desde la cumbia, hasta el rock pasando por canciones más tranquilas, la murga, algo de folclore. La cumbia Yo tomo fue el primer corte de difusión y sonó en todas las radios. Se preveía que algo estaba cambiando.
La banda, que llevaba como señal estar vestidos con pijamas durante sus presentaciones, empezó su salto a la masividad. Se viene el estallido fue otra de las canciones más famosas de aquel disco. A su manera, hablaba del estallido de la banda pero también resonaba en el clima político y social que se vivía, años previos a la crisis del 2001. Entre algunos demos que iban y venían entre Buenos Aires y Los Ángeles, lugar donde estaba viviendo Santaolalla en ese momento, ya en su rol de productor del disco, Libertinaje fue tomando forma durante ese 1997 caliente. La lista de temas estaba conformada por Yo tomo, A los tambores, De onda, Se viene, Murguita del sur, Sr. Cobranza, Vuelos, Gente de mierda, Sin cerebro, A marca de Deux, C.S.M. y ¿Qué pasó?.
Entre la algarabía, el rock, el humor y sobre todo la crítica hacia la política del momento, Bersuit editó un gran trabajo que fue, sin dudas, un parteaguas en su historia. Murguita del sur fue otra gran canción que los puso a sonar en todos lados. Vuelos, otro gran momento del disco, estaba inspirado en el libro El vuelo de Horacio Verbitsky. ¿Qué pasó? oficiaba como cierre ideal del disco: acústica y melancólica, era una breve pieza de despedida. La lista incluía el tema Sr. Cobranza, una sagaz crítica hacia la política de aquel momento. La canción pertenecía a la banda Las Manos de Filippi, y luego de una controversia legal sobre la autoría y las regalías de aquella canción, Bersuit se vio impedida de cantarla en vivo: en los recitales se dedicaba a la parte instrumental, mientras el público coreaba cada una de las estrofas. A la distancia, Libertinaje se ve como un gran disco que obró como la llave y la llegada al éxito, masividad y la popularidad definitiva de la banda.